«El desamor llegará a operarse, todo lo que imaginamos acaba por ser real»

- ¿Por qué a esta sociedad nos duele tanto la cabeza?

- Muchas veces por ansiedad y estrés. Debajo de la piel hay muchos músculos muy delgaditos que te hacen sentir como agujetas, como si tuvieras un casco que te oprime la cabeza.

- ¿Un truco para evitarlo?

- Controle el estrés, algunos olores, alimentos... Los cambios hormonales también influyen.

- Entonces poco puede hacerse.

- Claro que sí, llevar una vida lo más saludable posible.

- El dolor de cabeza continuado, ¿favorece el ictus?

- No. Tampoco la demencia.

- ¿Dormir mal?

- La falta de sueño afecta a la migraña, claro. El estrés físico ligado al estrés emocional, también. A menudo no duermes porque estás preocupado y no dormir causa inflamación y dolor de cabeza.

- ¿Avanzamos hacia una sociedad demenciada?

- Planteado así, tengo que agarrarme. ¡Ja, ja, ja, ja! Reformulo la pregunta. ¿La demencia se está incrementando? Sí. Cada vez hay más porque vivimos más.

- Para 2050 será una pandemia.

- Ya lo es. La esperanza de vida en EE UU era de 50 años en 1900. Al vivir más, todo el engranaje se desgasta. Los huesos sí y la maquinaria cerebral, también.

- ¿Por qué cuesta tanto avanzar contra el alzhéimer?

-No conocemos su origen. Hemos buscado tratamientos en una proteína que se acumula y que pensábamos que era la causa de la enfermedad, pero parece que se trata de una consecuencia.

- ¿Qué pueden ofrecer los médicos para una enfermedad sin cura ni terapia apropiada?

- Investigación y buen diagnóstico. Hay demencias más tratables, como las generadas por acumulación de pequeños ictus. Pronto habrá marcadores biológicos, que nos ayudarán mucho.

- ¿El ritmo de vida actual favorece la demencia?

- Cada vez consumimos más comida inadecuada y hacemos menos ejercicio. Fumar provoca un estado inflamatorio mantenido que favorece una evolución más rápida del alzhéimer.

- En neurología, ¿la atención al ictus es la que mejor ha evolucionado en los últimos años?

- El cambio has sido radical. Hace veinte años era dramático, podíamos hacer poco. Ahora disponemos de tratamientos y protocolos que salvan muchísimas vidas y evitan mucho daño cerebral.

- ¿Quizás ha habido más avances en esclerosis múltiple?

- El conocimiento adquirido no solo ha mejorado la vida de los pacientes, sino que ha sido ademas punta de lanza para el manejo de otras enfermedades, como las demencias y la ELA.

- ¿Por qué, en concreto?

- Por ella hemos aprendido a controlar la actividad inflamatoria del cerebro, que es muy importante.

- ¿Acudir al neurólogo sigue siendo tabú?

- Lo fue hace tiempo, pero ya no.

- La epilepsia aún se oculta.

- Las enfermedades neurológicas están muy estigmatizadas por la pérdida de capacidad que conllevan. Afortunadamente la epilepsia está ya muy bien controlada, pero sigue siendo un estigma. Si tienes un ataque en el trabajo o la escuela la has liado.

- La epilepsia o el párkinson en algunos casos se operan. ¿Algún día la cirugía curará toda enfermedad neurológica?

- El camino en medicina es que cuanto menos intervencionista se sea, mejor. Ya hay una técnica de ultrasonidos, Hifu, que permite mejorar el temblor esencial. Es posible que llegue a la epilepsia.

- ¿Encontraremos el lugar del cerebro para curar el desamor?

- ¡Aldous Huxley! Un amigo mío dice que el cerebro es el lugar donde se asienta el alma. Es intransplantable. Si ponen tu cerebro en el cuerpo de Brad Pitt sigues siendo tú, no Brad Pitt. La depresión se controla y es posible que algún día llegue a operarse el desamor. ¿Por qué no? ¡Pero qué triste, no le parece?

- ¿Llegará entonces!

- Todo lo que uno puede imaginar es posible. Piense en Julio Verne o las primeras películas de James Bond. ¡Conectados por satélite te geolocalizaban!

- ¿Por qué eligió ser neurólogo?

- Me plantee ser traumatólogo, pero la neurología me pareció apasionante. Estaba todo por hacer y quise participar.

- Trabajó en la Administración junto al consejero Gabriel Inclán, pero volvió a la consulta.

- El día que acepte sabía que tenía un billete de ida y vuelta. Me gustaba la clínica. Cuando marché me regalaron una reproducción de la figura de 'El caminante' de Vitoria con una inscripción. 'A nuestro amigo Alfredo, que ha decidido seguir su camino'.