El estancamiento del virus complica ampliar los horarios de la hostelería
La incidencia volvió a caer solo un punto y se notificaron 390 nuevos casos, la cifra más alta de la semana a un día de la reunión del LABI
La caída de la pandemia se ha ralentizado en Euskadi por el efecto del fin del estado de alarma. La curva mantiene su rumbo ... decreciente, pero cae tan despacio que ha provocado que la comunidad se haya situado en una fase de meseta con la amenaza de un cambio de tendencia. Un contratiempo que se produce a un día de la reunión del consejo asesor del LABI para revisar las restricciones a la hostelería. La idea era ampliar horarios, pero está por ver qué ocurrirá.
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Este sábado se notificaron 390 nuevas infecciones y la incidencia volvió a bajar solo un punto No fueron buenos datos: mayor cantidad de contagios que hace 7 días y la cifra más elevada de la semana. Las autoridades sanitarias observan con preocupación el escenario, aunque confían en que el avance en la vacunación ayude a amortiguar un hipotético repunte.
El nivel de transmisión sigue demasiado elevado. El índice de positividad volvió a escalar hasta el 5,1%, por encima del umbral con el que la OMS considera que el virus comienza a controlarse. Todavía demasiadas infecciones se escapan de la red de rastreo. Ya se preveía que la pérdida del toque de queda, los cierres perimetrales y las limitaciones en las reuniones iba a conllevar una crecida de los casos. De momento, muy tenue, pero ya se traslada a la curva de incidencia, el 'termómetro' principal de la epidemia, ya que permite a los expertos analizar el comportamiento del virus en los últimos 14 días.
Y ahí es donde se halla la clave para medir si el patógeno remite o si remonta. En el conjunto de la comunidad, la curva se mantiene en 208,40 casos. Desde que este indicador comenzó a menguar el 27 de abril, ningún día, salvo el viernes, había experimentado un retroceso tan ínfimo. En 31 días ha bajado más de la mitad, pero va a costar llegar a la meta de los 60 contagios. De hecho, ni siquiera ha tocado el suelo previo al inicio de la cuarta ola (199 casos).
Mientras, las UCI se sitúan a un paso de bajar del centenar de pacientes. Unas cifras todavía insuficientes, pero se trata de una barrera psicológica que no se lograba alcanzar desde el 5 de abril. Según Osakidetza, en intensivos se atiende a 101 críticos, 2 menos que en la víspera. Además, ingresaron 33 enfermos en planta, una decena menos que el viernes anterior.
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