Euskadi registra 78 muertes por covid, la cifra más elevada de los últimos once meses

Las defunciones han experimentado un incremento importante en solo siete días. La pasada semana el Gobierno vasco atribuyó al virus 50 óbitos, cifra que se elevaba hasta los 78 con el resto de muertes de positivos. En esta han aumentado ambas en un 56 y 38% respectivamente.

En la información publicada este lunes por el Departamento de Salud se recoge la muerte de un menor de 9 años tras haber dado positivo, el segundo en dos años de pandemia. Desde la consejería evitaron concretar si se trataba de un pequeño que había tenido al virus como causa directa de su deceso o había fallecido por otros motivos diferentes a esta infección. La consejera de Salud indicó días atrás que en los hospitales vascos había varios pequeños ingresados con y por coronavirus y que, en todas las circunstancias, un contagio por covid complica la salud de los hospitalizados.

La información publicada por el Gobierno vasco recoge asimismo la muerte de otros jóvenes y personas de mediana edad en la última semana. Según especifica el boletín de Osakidetza, murieron también un treintañero, seis personas de entre 40 y 49 años y tres de la década de 50 a 59 años.

Tras la decisión de Salud de modificar sus protocolos y realizar menos test los datos más fiables para analizar la evolución de la pandemia son los de ingresos hospitalarios y en UCI. Y las cifras de los últimos días parecen mostrar cierta estabilización, dentro de la elevada presión asistencial que les afecta.

Salud ha comunicado la atención en planta a 780 pacientes con covid y de otros 143 en las unidades de críticos en estado muy grave. Se trata de niveles de ocupación muy similares a los notificadas el lunes de la pasada semana (16 menos en planta y una más en la UCI). Estos datos muestran cierta estabilización en los centros, aunque aún es pronto para afirmar si se puede deber a un cambio de tendencia.

Los próximos días serán claves para determinar si la presión hospitalaria en esta sexta ola aún puede ir a más o el pico de en unos centros comienza a remitir. Algo que necesitan cuanto antes porque la ocupación general en estos momentos es muy elevada. La presión que ejerce el covid está obligando a retrasar numerosas operaciones no urgentes para disponer de medios materiales y humanos para atender a los pacientes infectados.

Donde sí se ha producido un cambio claro de dinámica estas últimas jornadas es en los contagios diarios. Según los datos oficiales, están cayendo a plomo. Aunque esto es algo que se debe principalmente a la decisión del Departamento de Salud de hacer menos test, no a que la transmisión haya descendido de forma abrupta. Osakidetza notificó ayer 3.806 positivos, una cifra que no se veía desde el 21 de diciembre, antes del fuerte impacto de la variante ómicron en plenas navidades. Aunque aquel día de hace cuatro semanas se realizaron 20.768 test, más del doble de los 9.820 analizados este domingo.

La que se mantiene muy alta es la tasa de positividad, de los pocos indicadores epidemiológicos que no se ha visto distorsionado por la menor realización de pruebas. Se sitúa en un 38,8% de las ultimas diagnosticadas. Punto y medio menos que el máximo de esta tasa alcanzado el pasado martes pero cuatro décimas superior al marcado el 4 de enero cuando Euskadi hoyó su cima de contagios diarios con 14.063 casos.