Un nuevo brote de paperas afecta a una treintena de alumnos de la UPV
Hay casos registrados en varias facultades, pero el mayor número se ha detectado en la residencia de estudiantes Miguel de Unamuno
CIRILO DÁVILA
Lunes, 2 de marzo 2020, 16:58
Cerca de una treintena de jóvenes universitarios se han visto afectados en los últimos días por un brote del virus de las paperas (parotiditis) ... en varios centros de la Universidad del País Vasco, con la residencia Miguel Unamuno de Bilbao como principal foco. El Rectorado ha enviado una circular a las facultades para que informen al profesorado y alumnado de esta situación, en la que les aconseja que si tienen síntomas no vayan a clase y acudan inmediatamente al médico de cabecera para seguir las pautas que indique el facultativo. Estos nuevos casos se suman a los tres que se detectaron a finales de enero en la Universidad de Deusto y en el colegio La Salle.
La UPV/EHU tuvo conocimiento de la existencia de alumnos enfermos hace unos días e informó al Departamento de Salud. «Nos han indicado que, al hablarse de casos aislados y no masivos, traslademos a los estudiantes y trabajadores la recomendación de Osakidetza para evitar la extensión de la enfermedad. Hemos recopilado los datos de diferentes centros y vemos que entre muchos afectados no hay conexión de proximidad. Hay enfermos en Bizkaia, pero también en Álava. Son muy pocos entre una comunidad de 40.000 estudiantes», explicó Lorea Bilbao, gerente de la UPV/EHU. La residencia Unamuno es la que presenta un mayor número de afectados, según los datos que maneja la institución académica.
Este mismo lunes, uno de estos alumnos con evidentes síntomas de la enfermedad se paseaba por los pasillos de una facultad, llamando la atención por su aspecto a las personas que le veían pasar. Una actitud que, apuntan los especialistas, resulta «irresponsable». «La posibilidad de contagio de las paperas es mucho mayor que con otros virus. Por eso conviene que las personas que presentan esos síntomas acudan a su médico y eviten las distancias cortas con terceros», aconsejó Miren Basaras, profesora de Microbiología de la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV.
Evitar contagios
Los síntomas de esta dolencia contagiosa son fiebre, malestar e hinchazón de las glándulas salivares. El contagio es por vía respiratoria. Al hablar, toser, estornudar… La corta distancia es, en este caso, sinónimo de riesgo si alguien del entorno está ya afectado. «Lo mejor, quedarse en casa, si así lo estima el facultativo», indicó la gerente. «El miedo a perder una clase o un examen no debe ser excusa para ir al centro cuando el síntoma es evidente. Todo es recuperable, como siempre hemos hecho. Lo importante, ahora, es no contagiar a terceros», añade Bilbao.
El hecho de que esta enfermedad vírica se desarrolle en épocas con elevado grado de humedad, como es el invierno o la primavera, hace que las paperas resulten estacionales y, como indicó Basaras, «aparezcan de forma habitual. Convivimos con ella». Es el resultado de no disponer de una vacuna que sea efectiva al 100%. «La vacuna contra las paperas va dentro de la triple vírica que se administra en edad infantil, junto a la dosis contra el sarampión y la rubeola. Una vacuna inicial y otra de refuerzo. El problema se plantea cuando a medida que pasan los años la de las paperas va perdiendo cierta efectividad, mientras la dosis contra el sarampión y la rubeola resulta efectiva para toda la vida», aclaró Basaras.
Adolescentes y menores de treinta años son la franja de edad más expuesta al virus. Es atípico en personas mayores. «El problema añadido es que, con lo que estamos viendo del coronavirus, algunas personas pueden tener una mayor preocupación con los primeros síntomas de fiebre. Debemos trasladar un mensaje de tranquilidad porque las paperas sí son conocidas y sabemos que resultan pasajeras», argumentó Bilbao.
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