Piscinas desmontables: todo lo que tienes que saber para elegir la tuya este verano

Las piscinas son el objeto de deseo veraniego. El sueño de muchos es tener una privada en el jardín, de esas climatizadas, con el agua transparente a la temperatura perfecta, limpia...pero seamos realistas, no es algo al alcance de todos los bolsillos. La solución a los anhelos es sencilla y se llama piscina desmontable. Las hay de un montón de tamaños, materiales y precios. También de diferentes calidades y prestaciones. Desde las más sencillas, las hinchables para que los críos chapoteen, hasta las más grandes que permiten a varios adultos disfrutar del chapuzón.

Las piscinas desmontables experimentaron en 2020 un auge sin precedentes por culpa de la pandemia. En las piletas públicas y en las playas había que respetar rigurosamente las normas: aforo, distancia, mascarilla... Demasiadas trabas que hacían de lo que antaño fue una experiencia refrescante, un trago más bien estresante. Así que la venta de las portátiles se disparó el año pasado y todo apunta a que este verano 2021 se repetirá.

Son ideales para segundas residencias, así que una vez restaurada la libre la movilidad, muchos se deciden estos días a ojear el mercado de piscinas desmontables. Pero es mejor saber lo que se compra y tener en cuenta que hay que elegirlas bien, instalarlas con atención, cuidar su mantenimiento y usarlas con cabeza. Te damos algunas claves para que puedas elegir la que mejor se ajuste a tus necesidades.

Hay dos clases de piscinas desmontables:

-Las de estructura de tubos. Permiten tamaños mayores y se pueden encontrar por unos 200 euros.

-Hinchables. Son más sencillas y se pueden encontrar desde unos 100 euros. Se componen de un anillo hinchable en la parte superior que flota a medida que se va llenando de agua.

En el caso de las de mayor capacidad, conviene completarlas con otros elementos como una depuradora básica para tratar el agua y unas escaleras en el caso de que sea una alta. En el primer dispositivo se puede elegir entre el de arena (desde unos 150 euros) o de cartucho (desde unos 40 euros). Respecto a los peldaños de acceso, se pueden adquirir desde alrededor de 65 euros. Es importante también proteger la lona del suelo de la piscina de roces con piedras, cemento o cualquier cosa que pueda deteriorarla.

Necesita un cuidado y mantenimiento diario. De lo contrario, el agua no estará limpia y puede llenarse al algas o moho. Para evitarlo hay que cepillarla a diario. Y un dato a tener en cuenta: a más grosor más resistencia.

Una piscina desmontable más todos los elementos añadidos puede costar entre 200 y 300 euros aunque existen algunas bastante más baratas. La OCU ha constatado la existencia de piscinas infantiles de 24 cm de altura y 1,20 cm de diámetro por 20 euros. Sin embargo, «conviene no fijarse únicamente en el precio, sino en la resistencia del plástico, que no se nos rompa a los pocos usos», advierten desde la organización de consumidores.

Su instalación es sencilla, solo hay que montar sus elementos, llenarla de agua y a chapotear. Qué llega el invierno y se quiere retirar y guardar, sin problemas. Qué pasa la mitad de sus vacaciones en la casa del pueblo y la otra mitad en un camping, se desmonta y se traslada. Es decir, que además tienen un aprovechamiento máximo.

Las piscinas portátiles son, evidentemente, más baratas que las tradicionales y son cada vez más sólidas y resistentes. Su variedad es amplia por lo que difícil será que el usuario no de con el modelo que mejor se adapte a sus necesidades. Su mantenimiento también hace escaso daño a la cartera. Limpieza diaria en época de máximo uso y revisión de los elementos adicionales. Ya está.

-Tamaño. Existen piscinas desmontables de múltiples dimensiones. Solo supone un hándicap si lo que se quiere es una para realizar actividades deportivas o para que sea utilizada por un gran número de personas a la vez. Pero es algo excepcional ya que para la mayoría de las familias el mayor de los modelos es más que suficiente.

-Estética. Cada vez son menos 'feas'. Eso sí, existe poca flexibilidad a la hora de personalizarlas.

-Durabilidad: Aunque los avances tecnológicos hacen que cada vez sean más duraderas y resistentes, no hay que olvidar que la lona o el material exterior se puede rasgar o desgastar.

Consejos básicos emitidos por la OCU para evitar desgracias.

1. Deben instalarse lejos de cables eléctricos.

2. Jamás en la terraza. El forjado está pensado para soportar un peso de 200 kg/m2, que equivale al de una piscina de 20 cm de profundidad que ocupará la misma superficie. A eso hay que sumar luego el peso de los niños y los adultos.

3. Niños: Han de estar vigilados continuamente aunque sepan nadar o lleven manguitos. La Asociación Española de Pediatría (AEP) recuerda que «dos centímetros de agua en el fondo de un cubo, bañera, piscina portátil, etcétera y menos de dos minutos son suficientes para que un bebé pueda ahogarse». Se recomeinda que, en el caso de las pequeñas, se vacíen cuando no se use.