«Peligran miles de reservas», protesta el turismo rural

A la espera de la reunión que mantendrá esta tarde el Comité Asesor del LABI, Idoia Ezkurdia, gerente de la organización, lamenta la propuesta planteada por el lehendakari al sumir al gremio en «una inquietante incertidumbre» a «escasos cuatro días» del inicio del periodo vacacional. «Sería una noticia muy mala que no pudiésemos abrir nuestros negocios después del tiempo que llevamos sin trabajar», agregó.

Según Ezkurdia, el intento del Gabinete Urkullu, de materializarse definitivamente, daría pie a un problema «doble; no solo se prohibiría la entrada en aquellos pueblos con casas rurales que exceden el límite de 400 casos, sino que se podrían perder numerosos clientes procedentes de las grandes capitales». Tanto Bilbao como Vitoria presentan una incidencia alta que «podría incrementarse en los próximos días». Desde Nekatur, confían en que la evolución pandemiológica mejore a fin de evitar el «confinamiento» de ninguna de ellas. «Las repercusiones en tal caso serían bastante considerables», advierte Ezkurdia, que cifra en un 83% el índice de pernoctaciones previsto para Semana Santa, porcentaje que se aproxima a los parámetros precovid registrados en la de 2019, con el 88% de los alojamiento rurales cubiertos. «Son datos muy buenos», se felicita Ezkurdia, que censura el «escaso margen» que el Gobierno deja a sus asociados y «la complejidad» a la que deberían enfrentarse si tuviesen que «anular reservas y afrontar devoluciones con un margen de tiempo tan escaso».

A diferencia de Nekatur, la Asociación de Hostelería de Bizkaia ha pasado de puntillas sobre la propuesta de Urkullu de que los bares de municipios confinados solo permitan recibir a clientes en su interior desde las 6.30 horas a las 9.30 y de 13.00 a 16.30. «Es solo un planteamiento que, evidentemente, no va en la línea de lo que nosotros defendemos», subrayó ayer Héctor Sánchez, gerente de la organización sectorial.