Darpón se plantea dimitir si el Parlamento vasco reprueba su gestión de la investigación de la OPE

El consejero de Salud, Jon Darpón, continuará de momento en su puesto al frente de la sanidad vasca, pero por primera vez este miércoles su discurso ha dejado entrever la posibilidad de que presente su dimisión. Si el Parlamento vasco aprobara la reprobación de su gestión en la última Oferta Pública de Empleo (OPE) de Osakidetza –una iniciativa que el grupo Elkarrekin Podemos ha anunciado esta mañana que presentara en forma de proposición no de ley–, el titular de Salud ha reconocido que estudiaría la posibilidad de abandonar el cargo. Su respuesta ha estado, no obstante, llena de matices: «Esperemos al debate parlamentario; es lo lógico».

Aparentemente, podría parecer que el responsable de Salud no ha cambiado un ápice su discurso desde el comienzo de la crisis. Hoy también ha afirmado que su puesto está «a disposición del lehendakari desde el minuto siguiente a mi nombramiento el 17 de diciembre del año 2012»; ha defendido la «absoluta transparencia» con la que su equipo ha trabajado, con todas las instituciones, «incluida la Fiscalía, desde que se tuvieron las primeras sospechas de supuestas irregularidades»; y ha reiterado que la dimisión no entra en sus planes inmediatos. Los matices introducidos en sus respuestas apuntan, sin embargo, a que tampoco la descarta.

Mi «único propósito» –ha contestado al serle planteado el cese en rueda de prensa– «es el de terminar esta OPE y que puedan acceder a sus plazas los 3.335 profesionales que las ganaron». «Ese es mi objetivo», ha recalcado. En sus palabras, podría verse una intención velada de cerrar el asunto y abandonar el cargo en el momento en que haya impulsado el cambio de modelo de OPE que se propone, con un mayor control institucional y menos dado a posibles fraudes. Está por ver.

Apenas dos horas antes, Darpón había hablado de esta misma cuestión en la radio pública vasca y se había mostrado mucho más contundente en la idea de «no voy a dimitir».«En Osakidetza no se entra a base de enchufes, hay unos criterios muy rigurosos. Entran los mejores, que demuestran su capacitación tanto en el proceso de selección como en el día a día», ha asegurado en esa misma entrevista.

Más allá de los matices, su discurso en la posterior convocatoria de prensa para la presentación de un nuevo plan para el refuerzo de la Atención Primaria en Euskadi se ha movido muy poco o nada en relación a intervenciones anteriores. El consejero ha pedido que se deje actuar a la Justicia y que se sea «respetuoso» con la presunción de inocencia de los tres médicos a los que la fiscal superior del País Vasco, Carmen Adán, atribuye un posible «delito de revelación de secretos por funcionario público». Aun así, ha pedido a los servicios jurídicos del Departamento que analicen la posibilidad de que dos de ellos, María Reyes Vega Manrique y José Luis Cabriada Nuño, sean apartados de sus puestos en los tribunales calificadores de los exámenes que vayan a repetirse. La situación del tercero, César Augusto Valero, es distinta porque no formaba parte de ningún jurado.

Ese mismo argumento, el de la «presunción de inocencia», ha sido utilizado por Jon Darpón para defender el mantenimiento en sus cargos del subdirector de Recursos Humanos, Xabier Balerdi, y el director de Asistencia Sanitaria, Andoni Arcelay. Su marcha podría resultar lógica si se tiene en cuenta por un lado que el escándalo llevó a la dimisión a sus jefes directos, la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, y el director de Recursos Humanos, Juan Carlos Soto; y que, por otro, la Fiscalía ha pedido al juez instructor que se evalúe si la actuación de los tres (Soto, Balerdi y Arcelay) «podría tener contenido incriminatorio». «No quiero quitar valor a nada», ha afirmado el consejero, pero en estos momentos, ha querido dejar claro, «no hay ningún cargo (político) investigado» y «no hay ningún hecho probado».