Las llamadas sobre violencia sexual al teléfono vasco de víctimas del machismo crece un 60% en seis años
La mayoría son por agresiones sufridas en su entorno, en gran parte de los casos a cargo de sus parejas o exparejas
Los delitos sexuales se han convertido en el caballo de batalla de las instituciones. Solo en Bizkaia, las denuncias por agresiones de este tipo -una de cada cuatro fue una violación- crecieron entre enero y septiembre un 17,22% con respecto al año pasado. Y en el 900 840 111, el teléfono de atención a las víctimas de violencia machista del Gobierno vasco, han constatado un incremento de las llamadas relacionadas con este tipo de violencia. Entre enero y octubre, recibieron 497, un 60% más que en el mismo período de 2018.
Los datos los ha dado a conocer este jueves la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, en la sede de Agintzari, la entidad social que gestiona el teléfono Satevi. La titular del departamento ha subrayado, además, que 360 del casi medio millar de atenciones corresponden a mujeres que sufrieron violencia sexual «en el ámbito de la pareja o expareja». «La realidad es que la mayoría de las agresiones sexuales se producen en un marco de confianza y cercanía, tales como la pareja, la familia, las amistades o el entorno laboral», ha asegurado.
Oiane Zarate, responsable del servicio de atención, ha subrayado que las víctimas refieren en las llamadas el miedo tanto a denunciar y pasar por el proceso judicial como a hacer pública la agresión en sus entornos cercanos e íntimos. Ha dado paso, además, a cinco vídeos teatralizados que recogen otros tantos testimonios reales de afectadas que llamaron para pedir consejo o ayuda y que recogen diferentes tipos de violencia, desde la que ejerce la pareja para mantener relaciones sexuales o la realización de grabaciones íntimas no permitidas y publicadas en redes sociales hasta el acoso sexual de un jefe.
Melgosa ha incidido en que, en estas situaciones en las que el agresor es de su entorno, «las víctimas se sienten culpables, solas y vulnerables». «Existe temor al juicio penal, pero también al social por las relaciones de parentesco o de amistad implicadas o por las jerarquías laborales que pueden hacer peligrar sus puestos de trabajo», ha lamentado.
5.500 mujeres protegidas
En la jornada de trabajo, convocada con motivo de la proximidad del 25-N, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, han estado presentes la viceconsejera de Políticas Sociales, Lide Amilibia; la directora de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, y su técnica del equipo Ana Aldekoa; la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, y la técnica Sorne Etxebarria; la directora de la cárcel de Basauri, Vicenta Alonso; y la responsable del Grupo de Delitos contra las personas de la Ertzaintza en Bilbao, María Antonia Martín.
«Las víctimas de la violencia machista no han elegido ser víctimas. No vale ninguna interpretación al respecto. La violencia machista es el indicador más grave de la desigualdad entre hombres y mujeres y una vulneración de los derechos humanos, que ningún gobierno ni ninguna sociedad avanzada puede tolerar», ha incidido la consejera, que ha recordado que «más de 5.500 mujeres precisan de protección en Euskadi» y que, desde 2003, han muerto en España 1.300 mujeres por la violencia machista, «más de medio centenar de ellas en Euskadi».
