Italia se engancha a la 'maría' legal
Se multiplican las tiendas que comercializan productos con cannabis sin efectos psicotrópicos pero con supuestas propiedades tranquilizantes
darío menor
Viernes, 27 de abril 2018
El curso de dos fines de semana en Milán con el que empaparse de las peculiaridades del negocio de la venta legal de cannabis en ... Italia cuesta 700 euros. Promete una formación exhaustiva para montar y administrar un negocio de este tipo, incluyendo qué acciones de mercadotecnia y comunicación hay que desarrollar para sobrevivir «en un sector tan complicado como este». Hace falta «competencia, profundización y preparación» para no caer en la «improvisación» que está provocando cierres y «problemas legales». Para quienes no estén interesados en la parte comercial y opten en cambio por la vertiente de la producción, existe otro curso similar que ofrece «los mejores profesores del sector» para aprender todo sobre el cultivo del cáñamo.
Los dos seminarios ofrecidos por la Italian Cannabis Business School, que se presenta como la «primera escuela de alta formación sobre el mercado del cannabis», son tal vez la mejor representación del éxito que vive en Italia la venta de marihuana y productos derivados de esta planta desde que entró en vigor en enero de 2017 la controvertida ley 242. Esta normativa permite su comercialización siempre que el producto tenga un nivel de THC, el principio activo del cannabis, que no supere el 0,6%. Por debajo de ese porcentaje desaparecen los efectos psicotrópicos de la sustancia, que mantiene no obstante sus supuestas capacidades tranquilizantes y antiinflamatorias. En los últimos meses, un buen número de italianos se han lanzado a explotar este sector abriendo hasta 600 tiendas donde se venden todo tipo de productos fabricados con el cáñamo. Se pueden encontrar aceites cosméticos, galletas, dulces... Y por supuesto, cogollos de marihuana.
LAS CIFRAS
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5 a 6 millones de italianos consumen habitualmente cannabis. El consumo ha aumentado en los últimos años.
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2 a 6 años de cárcel prevén las penas por venta de drogas blandas como la marihuana. El consumo no se considera delito, pero sí un acto ilícito que conlleva sanciones administrativas como la retirada del permiso de conducir o del pasaporte.
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Cannabis 'light' El cannabis con bajo índice de THC, el principio activo que provoca los efectos eufóricos o narcóticos, se vende legalmente en Italia desde enero de 2017 en tiendas especializadas y algunos estancos.
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Bajo receta médica Una variedad mucho más potente puede consumirse bajo receta médica. Se prescribe a pacientes que reciben quimioterapia o sufren esclerosis, epilepsia u otras afecciones graves.
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Producido por el Ejército El Ejército es el único autorizado en Italia para cultivar este tipo de cáñamo, que se planta en Florencia. Aunque la producción se ha multiplicado en los últimos años, sigue siendo insuficiente y el cannabis para fines médicos debe importarse desde Holanda y Canadá. El año pasado las farmacias se quedaron sin existencias en septiembre y algunos pacientes se vieron obligados a acudir a los narcotraficantes.
Producto «de colección»
En un curioso doble juego, la normativa aprobada a finales de 2016 prevé que se pueda vender directamente la planta, pero no fumarla. Se comercializa, de hecho, como «producto técnico de colección». «Es una hipocresía típicamente italiana», reconocen los diarios locales al comentar que se pueda comprar de forma legal una bolsita de marihuana por entre 10 y 12 euros el gramo.
Uno de los empresarios que se aprovechan de la amplia zona gris que deja la ley es Luca Marola, impulsor de EasyJoint Project, una plataforma de Internet donde se comercializan diversas variedades de marihuana en botes de 5 a 15 gramos. «No es un producto medicinal, de combustión o alimentario. Y hemos decidido no venderlo a menores de edad», puede leerse en el mensaje de bienvenida de la página web de Easyjoint, que en su apartado de 'Preguntas frecuentes' responde con cierto cinismo sobre qué uso se puede dar entonces: «¡No aconsejamos ninguna utilización específica!».
Easyjoint había vendido hasta el pasado mes de febrero 17.000 kilogramos de marihuana. Sirve tanto a particulares como a las tiendas que han comenzado a surgir como setas en las principales ciudades de Italia. Andre Glofoni es el propietario de una de ellas, situada en Roma. «No es ilegal el cannabis sino una de sus moléculas, el THC», explica. Aunque reconoce que a algunos de sus clientes «les gusta fumarla y nadie puede evitarlo», asegura que este producto ofrece otras muchas alternativas. «Se pueden hacer infusiones y usarla en la cocina. Tiene propiedades antidoloríficas y funciona muy bien para los dolores menstruales». Lo que Glofoni subraya que no provoca son los efectos psicotrópicos de un porro de marihuana como los que se venden legalmente en los Países Bajos. «No es igual a la verdadera hierba que puedes comprar en Amsterdam, pero tiene un sabor muy similar. Es el sabor más parecido de algo legal que puedes encontrar en el mercado».
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