¿Quién te envía?

Ayer lo pensé: debe de ser muy raro ver las noticias desde el convencimiento de que lo de la pandemia es una exageración, que lo ... de la violencia de género es un invento para financiar chiringuitos y que lo del cambio climático es la murga de unos cuantos 'comeflores'. El hecho de que estas cuestiones hayan alcanzado un consenso mayoritario no va a desgastar, de ninguna manera, las creencias opuestas. Curiosamente, además, hay un patrón, cierto tipo de gente, en el que convergen las posturas machistas y negacionistas de esto y de lo otro. Esas personas pensarán, al ver el Telediario, que esta sociedad, tan blandengue, tan preocupada por asuntos ficticios, se ha vuelto loca. Mientras, estos días hemos escuchado afirmar a los científicos que un tercio de las muertes por calor se deben ya al cambio climático y que la cuenca mediterránea es una de las zonas más afectadas por el ascenso de las temperaturas. Pienso en estas palabras de 'La sequía', la novela de Ballard: «La lluvia… Al recordar que la palabra había tenido algún sentido, Ransom miró el cielo. Ni una nube, ni una gota de vapor empañaba la fuerza del sol que colgaba allá arriba como un genio siempre solícito. La misma luz invariable, un palio amarillo esmaltado que embalsamaba todo en calor, cubría los campos y caminos al borde del río». Las releo y siento inquietud, pero habrá quien, al escuchar las informaciones sobre la falta de lluvia, solo sienta repulsa por quienes generan y difunden estos mensajes.