«En la ciencia también hay machismo»
Cinco investigadoras de Ikerbasque de alto nivel explican el reto de las mujeres en su profesión
Naciones Unidas declaró el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una jornada con la que se ... quiere sacar a la luz la labor de las investigadoras y fomentar las vocaciones entre las chicas. Las estadísticas muestran que queda mucho camino por recorrer. En Ikerbasque, un centro en el que se hace investigación de excelencia en Euskadi, el 78% son hombres. En la UPV solo un 30% de los grupos de alto nivel están liderados por mujeres. Cinco investigadoras de Ikerbasque explican a EL CORREO las razones de esta brecha entre sexos y qué debería cambiar para que en el futuro no le haga falta a este colectivo tener un Día Internacional. Todas coinciden en la baja visibilidad de las mujeres científicas, la escasa presencia de referentes femeninos en la sociedad y la necesidad de apoyos para la conciliación.
Amanda Sierra, directora del laboratorio de Biología Celular Clial en el Achucarro Basque Centre for Neuroscience, resalta que en el inicio de la carrera científica hay muchas mujeres, pero a medida que avanza lo van dejando. «Es un trabajo sin horarios, al que le dedicas mucho tiempo y con un futuro incierto. Además, el momento en el que te planteas la maternidad coincide con los años que debes irte al extranjero, unas estancias internacionales que son imprescindibles en nuestra profesión», cuenta.
Pero la dificultad de conciliar solo es uno de los obstáculos. «Hay machismo y discriminación en el mundo de la investigación. No hay apenas mujeres jefes de grupo, los evaluadores que aprueban los proyectos son hombres y valoran desde su forma de hacer las cosas, que es diferente a la nuestra... Pero también debemos hacer una reflexión, porque a veces somos menos ambiciosas, adoptamos un papel secundario y no sabemos vendernos», apunta esta bióloga madrileña que ha completado estancias en universidades de Estados Unidos y apuesta por la necesidad de «educar a nuestros hijos» para «erradicar actitudes machistas».
«La escuela debe hacer algo», destaca Rocío García Carrión, que ha sido investigadora Marie Curie en Psicología y Educación en la Universidad de Cambridge y ahora lidera un grupo que busca las claves del éxito escolar en las aulas. Defiende que hay que hacer visible la labor de las mujeres científicas en el mundo educativo, «ofrecer a las niñas referentes de mujeres» para que después sea más fácil que elijan dedicarse a la investigación. Una labor que no se hace. Lanza una pregunta al aire: «¿Cuántos estudiantes serían capaces de citar nombres de científicas famosas?».
Tejer redes de solidaridad entre las mujeres en los grupos de investigación. Es otra de las recetas. García Carrión lo explica: «Los grupos deben ser espacios de solidaridad, en los que las mujeres se apoyen para avanzar» y donde «se haga visible que ellas pueden hacer mejor ciencia y mejor sociedad».
Ainara Castellanos es doctora en Biología por la UPV/EHU, especializada en la investigación de la enfermedad celíaca. Esta bióloga vizcaína, que ha pasado por centros de Estados Unidos y Finlandia, resalta que hay más mujeres que se doctoran en la universidad que hombres, pero luego son pocas las que llegan a liderar grupos. Relata una anécdota para ilustrar la batalla que libran a diario por reivindicar su espacio. «Un centro de investigación vasco organizó un congreso recientemente y se dio cuenta de que todos los invitados eran hombres. Entonces pidieron el favor a dos participantes para que dejaran su puesto a dos mujeres. Accedieron y pude ir yo», cuenta. En los congresos científicos es habitual que más del 80% de los participantes sean varones. Incluso, se han tomado ya medidas. La Dirección general de Universidades incluyó en 2016 la exigencia de equilibrar la presencia de mujeres y hombres para aprobar subvenciones en estos eventos científicos internacionales.
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA
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Rocío García Carrión - Universidad de Deusto «Hay que dar referentes de mujeres científicas a las niñas en la escuela y en la sociedad»
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Francesca Tinti - UPV/EHU «Hoy en día todavía parece que las ideas de los hombres valen más que las de las mujeres»
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Amanda Sierra - Centro Achucarro «También hay discriminación hacia la mujer en el mundo de la investigación»
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Heather Rogers - Biocruces «Debería haber medidas políticas para apoyar a las madres: disponen de menos oportunidades»
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Ainara Castellanos - Biocruces «En los congresos científicos, la mayoría de los invitados, por encima del 80%, son hombres»
Menos oportunidades
Heather Rogers llegó a Bilbao hace 6 años desde Estados Unidos junto con su marido, que había logrado un contrato en Ikerbasque. «En la pareja debía renunciar uno y yo pasé un tiempo dedicada a mis cuatro hijos», cuenta. Ahora trabaja en el Instituto de Investigación Sanitaria Biocruces, en el grupo de Psicología y Salud, en un proyecto que busca la mejora de la calidad de vida de enfermos crónicos. Reclama acciones concretas. «A nivel político habría que regular medidas para apoyar a las madres, incluso tener en cuenta a la hora de evaluar proyectos que han dispuesto de menos oportunidades». Describe que es un mundo muy competitivo, con «mucha gente preparada» y pocas becas, ayudas y empleos.
78% de los investigadores de Ikerbasque son hombres. De los 292 responsables de grupos de alto nivel en la UPV/EHU, 195 son varones y 97 mujeres
Estas cinco investigadoras han logrado contratos en Ikerbasque, uno de los centros de España que ofrece mejores condiciones, pero reconocen que la falta de estabilidad laboral en la profesión acaba con muchas vocaciones entre las mujeres. «Al investigador le evalúan cada pocos años y te puedes ir a la calle», explica Francesca Tinti, italiana, doctorada en la Universidad de Padua, investigadora en Cambridge y con contrato desde 2009 en Ikerbasque.
Ella es líder de su grupo de trabajo en la UPV/EHU y explica que en su campo, al ser de Humanidades -sus trabajos están referidos al lenguaje-, hay más mujeres. Pero, incluso en ese ámbito, destaca, hay una brecha entre sexos: «La mayoría de proyectos están dirigidos por hombres», con lo que también «disfrutan de los sueldos más altos». «Parece que sus ideas tienen más valor que las que expone una mujer. Llegar arriba es mucho más difícil para nosotras», lamenta Tinti.
Sólo uno de cada tres jefes de equipo en la UPV son mujeres
El trayecto que debe recorrer un investigador es largo y complicado. Pasa por cursar grado, máster y doctorado. Buscar becas para sobrevivir esos tres o cuatro años que dura la tesis doctoral y, en el mejor de los casos, entrar en un equipo de investigación. Liderar un grupo científico de alto nivel es llegar a la cima.
La rectora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Nekane Balluerka, resalta que se doctoran más mujeres que hombres. En la actualidad en la institución académica vasca hay matriculados en programas de doctorado 3.653 personas, 1.922 alumnas y 1.731 alumnos.
Del total de investigadores que tiene la UPV/EHU, 4.900, solo hay doscientos hombres más que mujeres. Sin embargo, a medida que avanza la carrera profesional, ellos progresan más. De los 292 responsables de grupos reconocidos, 195 son hombres (66,8%) y 97 mujeres (33,2%), un tercio.
La rectora destaca otro dato, el de catedráticos, en lo alto de la pirámide universitaria. En esos puestos también ellos son mayoría: hay 300 hombres y 98 mujeres.
«Es complicado para una mujer por la conciliación. La etapa en la que se puede acceder a puestos de responsabilidad, dirigir un grupo, completar una estancia en el extranjero es cerca de los 30 años, cuando se plantean la maternidad», dice. Opina que para avanzar se necesita contar con «el apoyo» de la familia y de los propios grupos de investigación.
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