Empresas vascas en las que las mujeres toman el mando

La labor de AED desde hace 25 años ha contribuido a derribar estereotipos con la visibilización de referentes femeninos y la promoción de mujeres en consejos directivos. Su presidenta, Carolina Pérez de Toledo, pone en valor el camino recorrido en los últimos años. «Creemos firmemente que ha habido importantes avances y creemos que hemos contribuido a ello, junto con las otras organizaciones empresariales que existen en Álava y Gipuzkoa. Aún falta mucho camino, pero la sociedad es cada vez más consciente de la importancia de la diversidad y de incorporar a las mujeres en todos los ámbitos, y claro está en el económico y en el mundo empresarial también».

Aún quedan obstáculos que sortear, como la falta de mujeres en los sectores industriales y tecnológicos y la brecha salarial. «Es una responsabilidad de toda la sociedad. La corresponsabilidad y la igualdad entre hombres y mujeres es una ventaja que nos va ayudar a avanzar y aún más en estos tiempos de incertidumbre», apunta Pérez de Toledo. Cinco empresas vascas recogen el guante y demuestran los beneficios de la paridad en sus organizaciones.

Virginia Knörr fundó VK Comunicación en un pequeño despacho de Zamudio hace 23 años y, hoy en día, es una de las empresas más importantes de su sector en Euskadi. Su equipo está formado por doce profesionales, todas ellas mujeres. «No siempre ha sido así. En todo este tiempo he contratado a hombres, a mujeres, a personas con poca experiencia, a mayores de 40 años... y la experiencia ha sido fantástica. La capacidad de integrarte y encajar en un equipo no depende de la edad o del sexo», defiende Knörr.

Reconoce que gestionar las bajas por maternidad en la empresa ha sido «un reto», pero también una oportunidad para mejorar la forma de trabajar. «Hay doce niños en la oficina y nunca ha habido ningún problema. Es más, las maternidades han servido para mejorar la gestión y el clima laboral. Aquí un embarazo es una buena noticia», apunta. Ahora funcionan por equipos, con horarios flexibles y posibilidad de teletrabajar. «Son medidas que mejoran mucho la conciliación y que han resultado muy útiles para adaptarse a la situación generada por la pandemia. Además nuestros clientes no han notado la diferencia. Estamos siempre que nos necesitan».

Con más de tres décadas de trayectoria profesional a sus espaldas, Virginia Knörr ha notado que «en los últimos años hay mucha más presencia de mujeres en las empresas», aunque aún queda camino por recorrer en algunos sectores. «En el de la comunicación hay muchas mujeres y con currículums espectaculares», destaca y subraya que «nadie ha dejado nunca de contratarnos por ser un equipo de mujeres».

Cuando Leyre Encinas y Olatz Fullaondo crearon su propia asesoría fiscal y laboral en Bilbao, algunos clientes se sorprendieron de su valentía. «Teníamos 26 años y les pareció curioso que nos hubiéramos embarcado en algo así, más por lo jóvenes que éramos que por ser mujeres. En ese sentido nunca hemos tenido ningún problema», señala Encinas, de la asesoría Geslare.

En la actualidad cuentan con una plantilla de diez personas -nueve mujeres y un hombre- y asesoran en materias fiscales y laborales a pequeñas empresas y particulares. «Que las mujeres seamos mayoría en la oficina es algo que ha ocurrido de forma natural. Elegimos los perfiles que mejor encajaban por su formación y experiencia», asegura Leyre Encinas. En su mayoría se trata de licenciados en empresariales, fiscalistas y técnicos de contabilidad.

Su oficina en la calle Buenos Aires es también una ventana al tejido empresarial. «En las grandes empresas sí que se ve que los altos cargos suelen estar ocupados por hombres, pero en las las compañías pequeñas o micro empresas no percibimos una brecha de género. Buscan un perfil profesional y no un género determinado», señala.

Esa paridad también es visible en los cursos del Colegio de Economistas: «Es un sector bastante equilibrado», destaca. Eso sí, en la oficina las mujeres son mayoría. «Todas somos madres con hijos y nos entendemos muy bien. Hay mucha empatía entre todos», explica. Ese buen ambiente ha sido clave para enfrentar un año tan complicado como 2020. «Hemos tenido que tramitar ERTES, solicitudes de ayudas... ha sido agotador».

El centro de neurorrehabilitación Nahizen, en Deusto, atiende a personas que han sufrido un ictus, un traumatismo craneoencefálico o enfermedades neurodegenerativas. Sus profesionales, seis en total, combinan su experiencia con la tecnología y la robótica para mejorar la vida del paciente y la de su familia.

«Contamos con una neuropsicóloga, una logopeda, una médica rehabilitadora, una fisioterapeuta y dos terapeutas ocupacionales», explican sus fundadoras, Amaia Goiriena y Marta Juaristi. Las dos cuentan con una amplia trayectoria en el sector sanitario, pero son clínicas puras. «No teníamos experiencia previa en el mundo del emprendimiento, pero nos hemos animado por ilusión», destacan.

Así nació esta cooperativa que da respuesta a la demanda de estos servicios que había en Bilbao, una necesidad que «se espera que crezca en los próximos años». En el tiempo que lleva abierto, Nahizen también se ha convertido en un centro formativo de referencia en el campo de la neurorrehabilitación. «Hasta ahora para formarse había que desplazarse a Madrid o a Barcelona», señalan.

En el sector socio-sanitario las mujeres son mayoría. «Hay muchas y muy bien formadas, algo que no siempre se corresponde con el número de mujeres en puestos de responsabilidad. No es por falta de formación», apuntan. Para crear Nahizen, buscaron un equipo acorde a sus necesidades. «Hemos construido nuestro modelo de trabajo entre todas. Queríamos que nuestra empresa fuera horizontal, un lugar donde se pudiera debatir y exponer iniciativas».

En octubre de 2019 Euskaltel puso en marcha su programa 'Mujeres con talento' para potenciar la carrera de sus profesionales dentro de la empresa. «Desde entonces hemos duplicado el número de mujeres en puestos de responsabilidad. Ahora ronda el 40%», afirma la directora de recursos humanos del grupo, Berta Álvarez.

La compañía cuenta con una plantilla paritaria de 308 personas en Euskadi y todas ellas se han formado en igualdad, tal como establece el plan de igualdad del grupo de telecomunicaciones. «No discriminamos por razón de género en nuestros procesos de selección, mantenemos una formación continua en perspectiva de género, tenemos una política retributiva transparente, no hay brecha salarial y apostamos por la conciliación familiar», señala Álvarez.

Muchos de sus empleados son titulados de carreras científico-tecnológicas (STEM) en las que el porcentaje de mujeres graduadas es muy bajo. «Notamos su falta y colaboramos con diferentes organizaciones y universidades para que haya más mujeres científicas de referencia. La falta de referentes es uno de los motivos claves de que exista esa brecha», apunta la directora de recursos humanos. Para reducir esa brecha, la compañía lleva a cabo multitud de iniciativas, como charlas de científicas para las hijas y los hijos de sus empleados.

Álvarez opina que la incorporación de más mujeres en puestos directivos de las empresas vascas va a allanar el camino para «que cada vez más mujeres accedan a puestos de responsabilidad». Y con ello, las compañías lograrán un equipo humano «más diverso, lo que siempre eriquece el trabajo».

El 70% de la plantila de BM Supermercados son mujeres, por lo que tiene sentido que también sean ellas las que ocupen los puestos de responsabilidad. El grupo cuenta con 5.700 empleados repartidos en 241 centros en España y el 56% de los cargos más altos están ocupados por mujeres. «Para esos puestos no contratamos a gente externa, sino que vamos formando a nuestra canteras para que. cuando surjan esas oportunidades, estén preparados», indica la responsable de recursos humanos de BM en Bizkaia, Merche Medina.

«Defendemos la igualdad de oportunidades y creemos en la valía de las personas», destaca. Gracias a sus programas de promoción interna, se ha producido un cambio de tendencia que ha favorecido la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad del 46% que había en 2016, al 56% actual.

Cada supermercado cuenta con un encargado de tienda y dos encargados de apoyo. «Tenemos tiendas con tres mujeres al mando, algunas de las cuales son las que tienen mayores ventas», destaca Medina. Tampoco hacen distinciones a la hora de contratar nuevos profesionales. «Cuando colgamos ofertas buscamos a cajeros, reponedores y dependientes y nunca cribamos por sexo. Elejimos a los candidatos en función del perfil y de la experiencia, sobre todo en trabajos de atención al público».

Como grupo, su objetivo es que el cliente tenga la mejor experiencia de compra «y nuestras profesionales son un pilar muy importante para lograrlo». Los tiempos en los que las carnicerías solo estaban gestionadas por hombres son cosa del pasado.

La perspectiva de género forma parte del ADN de la empresa alavesa Ramondin. Fundada en 1890 y con sede en Laguardia, la compañía fabricante de cápsulas tiene una plantilla de más de 400 empleados y alrededor de 800 en RMDGroup -grupo que forma con la marca Inspiral-. «Tras las últimas incorporaciones al Comité de Dirección Corporativo, casi podemos hablar de paridad, con un 45% de mujeres dentro de este órgano de dirección», apunta la directora de recursos humanos corporativa de la compañía, Laura García. Además, más de la mitad de los puestos d e segundo nivel -jefaturas y mandos intermedios- son mujeres.

«Contar con equipos paritarios aporta nuevas competencias y nuevos puntos de vista, que enriquecen las dinámicas de trabajo, además de aportar innovación en la toma de decisiones y la resolución de conflicto; y en definitiva más competitividad», destaca García, quien ha observado también una notable mejora en el ambiente laboral. La igualdad es una política transversal en la empresa, que va desde medidas enfocadas a la prevención del acoso, a la conciliación de la vida profesional y personal y a la igualdad de oportunidades de acceso al empleo y la promoción.

La mayor presencia femenina se da en las áreas de atención al cliente, la financiera, de recursos humanos y calidad. «Encontramos más dificultades para alcanzar la paridad en puestos de ramas más técnicas, donde hay pocos perfiles femeninos. A pesar de ello, de todas las contrataciones que hemos realizado el pasado año, un 40% son mujeres, de las cuales el 60% han sido perfiles técnicos en el área industrial».