Urkullu se implicó a fondo en reconducir el proyecto sobre el terrorismo en las aulas para evitar un cisma con el PSE
Ha supervisado «de la mano» de Fernández las conversaciones para aplazar la implantación del plan hasta después de las elecciones
No es ningún secreto que el lehendakari, Iñigo Urkullu, siempre ha apoyado incondicionalmente a Jonan Fernández, cuya designación como secretario de Convivencia, una ... apuesta personal del jefe del Ejecutivo vasco desde su primer mandato, no estuvo exenta de polémica. Pese a que sus socios del PSE no han ocultado nunca sus recelos hacia el excoordinador de Elkarri por «tirar» en exceso del lehendakari, Fernández ha sido, y sigue siendo, uno de sus colaboradores más estrechos y una persona cuyas opiniones siempre escucha y tiene en cuenta.
Solo hay que recordar su implicación, por ejemplo, en el desarme de ETA o el apoyo a los verificadores, a quienes arropó junto a Fernández a las puertas de la Audiencia Nacional cuando tuvieron que prestar declaración. Por eso ha sorprendido en algunos círculos la decisión del Gobierno vasco de dar marcha atrás y congelar la puesta en marcha de 'Herenegun!', un proyecto liderado por Fernández, al menos hasta después de las próximas elecciones municipales y forales.
Un movimiento en el que no pocos ven el empeño personal del lehendakari Urkullu por «agrandar y ensanchar los consensos» en asuntos que considera troncales para el país y por no desairar a sus socios del PSE, que han sido especialmente beligerantes con los contenidos de la unidad didáctica, en cuya elaboración no participaron, porque a su juicio no cumplían el objetivo de contribuir a la «deslegitimación» del terrorismo.
Los socialistas se congratulan de que el plan se pueda reorientar hacia la deslegitimación de ETA
Satisfacción
Urkullu, que ha supervisado personalmente el proceso «de la mano» de su secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, al que ha prestado «pleno apoyo», tenía claro que no podía abrir un cisma con el PSE en un asunto tan sensible como las políticas de memoria a las puertas de las elecciones, que se celebrarán solo un mes después de la fecha (abril) inicialmente prevista para implantar el programa piloto en ocho centros vascos. «Su meta es que esto estuviera lo más atado posible dentro del Gobierno vasco y que contara también con el aval de la comunidad educativa vasca en su conjunto», apuntan fuentes de Lehendakaritza, de la que depende directamente el plan para llevar la historia de ETA a las aulas.
«Muy encima»
Algo parecido a lo que se hizo al remitir la reforma del Estatuto a una comisión de expertos para intentar que recabe consensos más transversales al margen de EHBildu que incluyan al PSE. Fuentes de Lehendakaritza explicaron ayer que Urkullu ha estado «muy encima hasta el final» de las conversaciones para reconducir el proyecto e incorporar las aportaciones de los colectivos de víctimas, con la única salvedad de quienes piden directamente su retirada. En su día ya hizo pública una carta en la que pedía «templanza y tranquilidad» para poner en marcha el proyecto y rechazaba «equiparaciones» entre distintas violencias.
Según estas fuentes, la Presidencia vasca ha logrado el aval de centros públicos, privados y concertados y del mundo universitario a los textos trabajados hasta ahora y a la revisión del material audiovisual para incorporar más testimonios. Fuentes de la ejecutiva del PSE, por su parte, se mostraron «razonablemente satisfechas» porque «se abre una oportunidad» para «tomar aire» y lograr que la unidad didáctica dé prioridad a la deslegitimación de ETA. «Se han atendido nuestras peticiones, se ha asumido que los materiales no podían llegar a las aulas tal como estaban y nos parece positivo», abundaron.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión