Reunión de lehendakaris ante el árbol de Gernika

El más madrugador fue Juan José Ibarretxe, pero el primero en acceder a la Casa de Juntas de Gernika fue Patxi López. Siguiendo escrupulosamente el protocolo, el último lehendakari que entró fue Iñigo Urkullu. Llegó con su mujer a las 11:45, quince minutos antes del inicio del acto. En la puerta le estaban esperando el diputado general, el alcalde de Gernika y la presidenta de las Juntas para entregarle la makila con la que accedió a la sede de las Juntas Generales vizcaínas.

Fue el inicio del solemne acto de homenaje organizado por el instituto Gogora a los lehendakaris del exilio José Antonio Aguirre y Jesús María Leizaola. La celebración se produjo con motivo del 80 aniversario de la salida definitiva al exilio del primer Gobierno vasco y del 40 aniversario del regreso a Euskadi de Leizaola, tras 43 años fuera. Por si fuera poco, hoy también se cumplen siete años de la primera investidura de Urkullu.

Todos los detalles del homenaje han estado cargados de una profunda carga institucional. Una solemnidad reforzada por la presencia de los lehendakaris Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza, Ibarretxe -estos dos últimos llegaron calados con sendas txapelas- y López. Las dos nietas de José Antonio Aguirre y la treintena de familiares de Leizaola que acudieron a la villa foral ocuparon un lugar predominante. Muchos de los familiares de Leizaola llegaron desde Francia. Entre ellos estaban sus hijas Estíbaliz, Arantza e Itziar, varios nietos y biznietos que se mostraron muy emocionados. Flanqueados por unos ertzainas que se cuadraban a su llegada, los invitados fueron recibidos dentro de la Casa de Juntas por Jonan Fernández, secretario general de Derechos Humanos y Convivencia del Gobierno vasco. También acudieron todos los consejeros del actual Gobierno vasco y los líderes de partidos y las principales instituciones, como el Parlamento vasco, la delegación del Gobierno y el Ararteko. La única formación que no acudió al homenaje fue el PP.

El acto como tal arrancó en el salón de plenos con la actuación del Orfeón Donostiarra. Interpretaron cantata Gernika, de Pablo Sorozabal. Después se proyectaron unos vídeos históricos, que dieron paso a los discursos. Intervinieron Amaia Aguirre, alcaldesa de Getxo y nieta de José Antonio, y Xabier Bindel, hijo de Estíbaliz Leizaola. Aguirre explicó que desde pequeña la gente se les acercaba para contarles historias de su aitite, lo que le ayudó a comprender su dimensión como «líder político» y sus convicciones pacíficas, de «respeto al adversario». Llegado desde París, Bindel subrayó el «honor» que supone para toda su familia este homenaje. Su nieto destacó tres cualidades de Leizaola. Su carácter reflexivo, su perfil erudito y su determinación a la hora de hacer frente a las adversidades. Su aitite -dijo- dejó una herencia «familiar e institucional» que los representantes públicos tienen el deber de mantener.

El acto sirvió también para inaugurar en la bibiloteca la exposición fotográfica 'El exilio vasco después de la Guerra Civil'. El homenaje concluyó con la interpretación del Agur Jaunak y con una foto conmemorativa ante el árbol de Gernika, donde el grupo Beti Jai Alai, de Bilbao, bailó un aurresku.