¿Qué pasará en Andalucía? Un presidente y tres posibles escenarios

¿Cuáles son los escenarios más factibles para la gobernabilidad de la comunidad autónoma que Alberto Núñez Feijóo quiere usar de trampolín para poder llegar a La Moncloa? Son tres. Uno más que probable, otro factible y un tercero posible, aunque muy difícil. Arranca la operación 55. Es el número mágico con el que sueña el PP, la cifra que marca la mayoría del Parlamento (tiene 109 escaños).

El escenario más factible al que apuntan la inmensa mayoría de las encuestas da una contundente victoria a Juanma Moreno, con una horquilla que gira entre los 48 y los 52 escaños, duplicando los 26 que lograron en 2018. Por primera vez, el PP podría hacer doblete en Andalucía, es decir, ganar como hizo Javier Arenas hace dos décadas y, además, gobernar como logró Moreno en 2018 pese a que el PP sacó el peor resultado de su historia.

Si al final se consuma este escenario, la alegría de la victoria quedaría empañada por lo complejo de la investidura, primero, y de la gobernabilidad, después. Con Ciudadanos al borde de la desaparición (puede perder los 21 escaños de 2018), todo dependerá de Vox, que ya ha dicho que si el PP quiere alguno de la veintena de escaños que puede sacar será a cambio de que Vox forme parte del futuro Gobierno andaluz. ¿Se podrían repetir las elecciones? Si nadie cede, sí. De hecho, el PP ya está pidiendo al PSOE, de momento en balde, que haga un gesto y evite esta opción.

Es verdad que ninguna encuesta confirma el escenario de la mayoría absoluta, pero tampoco es descartable. Es el escenario soñado por el PP, que de puertas para afuera mantiene una cautela que evitan tener de puertas para adentro. Sus 'trackings' internos son muy buenos. El gran temor se llama abstención, que la gente decida no ir a votar por la pereza que toda ola de calor lleva aparejada. De ahí que Moreno Bonilla haya acuñado el 'voten, que para ir a la playa hay muchos días' que se ha convertido en el gran lema de fin de campaña.

El caso de Ciudadanos es la mejor metáfora de cómo el pez chico es engullido por el pez grande cuando dos partidos conforman una coalición gubernamental. En 2018, los liberales lograron nada menos que 21 escaños, quedándose a sólo 5 del PP. Ahora, si se confirma el augurio de algunas encuestas, podrían desaparecer del mapa. De 21 a 0. Durísimo. Sin embargo, existe una pequeña posibilidad que les permitiría pasar del ostracismo a la euforia. Es difícil, sí, pero no imposible. Se trata del escenario en el que la suma de PP y Cs alcanzaría los 55 escaños, de forma que los populares sacarían en torno a 52-53 y los de Inés Arrimadas, los 2-3 que faltarían para alcanzar la mayoría absoluta. Es verdad que Ciudadanos quedaría reducido a lo testimonial, pero lograrían seguir en el Gobierno e intentar marcar algo de perfil.