Luchar contra la crisis climática nos hará menos pobres

Los temas medioambientales no terminan de cuajar en la agenda vasca después de dos años de pandemia, una guerra en Ucrania y la insoportable inflación que han ido devorando el resto de la agenda. Las preocupaciones económicas dejan todo en segundo plano y no se hace el esfuerzo de relacionar la aceleración de la transición energética, punto central de la lucha contra la crisis climática, con una de las soluciones a nuestros problemas económicos. Las energías renovables ya son baratas y accesibles.

El lehendakari recordaba que Euskadi manifestó su adhesión al Pacto Europeo Verde con una hoja de ruta propia. Se trata del Basque Green Deal, el modelo vasco de desarrollo sostenible e inclusivo del que la mayoría de los ciudadanos no ha oído hablar. En este programa se recoge la apuesta por las energías renovables, que incluye la creación de cooperativas para la energía fotovoltaica, el desarrollo de nuevos parques eólicos y la financiación de inversiones de energías limpias en los municipios de Euskadi. En su discurso, el lehendakari coincide con lo que quiere la mayoría de la ciudadanía vasca, según datos del último Deustobarómetro. En tiempos de inflación desbocada es lógico que las grandes empresas suministradoras de energía que han tenido unas ganancias extraordinarias debido a la guerra aporten de forma coyuntural más dinero al país en forma de impuestos. Pero sería bueno diferenciar de alguna manera a las compañías que llevan muchos años y muchos millones de inversión apostando por las energías limpias.

La necesaria y obligada transición energética nos llevará no solo a la descarbonización de la economía sino a la reducción de la dependencia de otros países. La soberanía energética está relacionada con un modelo de economía circular que está detrás del pacto verde europeo. Los gobiernos deberían acompañar cada una de las medidas económicas de choque contra el empobrecimiento de la población con argumentarios sencillos y directos que permitan socializar entre la ciudadanía la necesidad de regenerar y hacer sostenible nuestro territorio porque será la única manera de que siga creando riqueza en el futuro.