«Quien habla por Ciudadanos Euskadi soy yo y el PP ha negociado a mis espaldas»

- ¿Usted no sabía nada?

- Ni yo ni la dirección nacional sabíamos nada. El señor Gómez en ningún momento estaba autorizado a hablar en nombre del partido. Sólo se representaba a sí mismo y es falso que haya informado a la dirección nacional de sus pasos. Si Alfonso Alonso tenía algo que hablar con nosotros, tendría que haberse dirigido a mí. ¿Por qué no lo ha hecho?

- ¿Ve mala intención en la actuación de Alonso?

- Se ha dirigido a la persona que no debe. Es la forma de actuar del PP, que busca transmitir una sensación negativa (de Cs). Quien habla en nombre de Ciudadanos en el País Vasco soy yo y han negociado a mis espaldas.

- Gómez era el 'número dos', el secretario de organización, no un afiliado cualquiera.

- Cierto, era un cargo de importancia. Por eso en cuanto ha empezado a hacer cosas raras algunos afiliados han dado la voz de alarma. Aquí ha habido una pérdida de confianza total con el señor Gómez, además de una desilusión personal.

- Desde la dirección nacional acusan a Javier Gómez de querer 'robar' afiliados para el PP. Si tan grave ha sido su actuación, ¿por qué no se le ha expulsado?

- Somos un partido con garantías y para expulsar a alguien hay que dar ciertos pasos.

- Él asegura que está respaldado por la mayoría de cargos y militantes, que apuestan por pactar con el PP vasco.

- Eso es lo que él dice. Lo dudo mucho y lo pongo en cuarentena. Nosotros somos un partido con un mensaje nacional. Si alguien quiere mostrar sus discrepancias, puede recurrir a los órganos internos.

- ¿Es usted también partidario de una coalición con el PP?

- Hay muchas maneras de defender el constitucionalismo en el País Vasco. Nosotros siempre estamos dispuestos a dialogar pero para eso es necesario conversar desde la lealtad, la discreción y el respeto mutuo, y por los cauces adecuados.

- ¿Pero a usted le gustaría una convergencia con los populares en las elecciones de noviembre?

- Todo lo que está pasando huele a líos internos del PP y no vamos entrar en una guerra. Insisto, estamos dispuestos a hablar pero este tipo de actuaciones sólo hacen un favor al nacionalismo al debilitar la posición constitucionalista.

- El domingo finaliza el plazo para acordar y desde Madrid ya han dicho que es imposible.

- Nosotros siempre haremos lo más adecuado para la defensa del constitucionalismo de verdad. No como esos partidos que por tacticismo un día dicen que se parecen al PNV y otro, para llevarse a nuestros votantes, dicen que quieren pactar con nosotros. Hay que ser serios.

- ¿La defensa de la foralidad es el principal impedimento para cerrar un proyecto electoral común?

- A nosotros del PP nos separan muchas cosas, como la regeneración y la lucha contra la corrupción. Además, hace unos días el PP vasco celebró una convención para reforzar su perfil, que cada vez es más parecido al PNV. Así que, ¿de qué PP hablamos: del que defiende un fin de semana el foralismo o del que gobierna en Madrid?

- ¿Por qué en Navarra sí fueron capaces de pactar y aquí no?

- La situación política en Navarra es muy distinta. Allí nuestro acuerdo es con UPN y luego ellos pactaron con el PP. Allí demostramos ser generosos en unas conversaciones leales y no para pescar en aguas revueltas.

- ¿Teme que con todo este follón haya una fuga de militantes hacia el PP?

- El militante de Ciudadanos viene llorado de casa. Todo el mundo es libre de, si no está a gusto, expresar internamente sus discrepancias y, si lo considera oportuno, abandonar el partido. Pero yo confío en los afiliados.

- ¿Está en peligro la viabilidad del partido en Euskadi?

- (Risas) En absoluto. Hay un hueco en la sociedad vasca para un discurso liberal. Un partido como Ciudadanos es más necesario que nunca en Euskadi.

- El PP vasco dice que, sin la coalición, los resultados del constitucionalismo el 10-N en Euskadi serán peores y la responsabilidad será suya.

- El PP echa a los demás la culpa de sus propios errores. Creo que algunos están demasiado interesados en buscarse o conservar sus cargos públicos.