Covite registró 421 actos de apoyo a ETA el año pasado

La asociación que preside Consuelo Ordóñez celebra la desaparición de los 'ongi etorris', los recibimientos a etarras tras su salida de prisión. Desde 2022 no se ha detectado ninguno. «Si decidimos crear este Observatorio de Radicalización a finales de 2016 fue porque observamos que estos actos tan humillantes y dolorosos para las víctimas de ETA eran una constante en las calles de Euskadi y de Navarra. Incluso denunciamos 'ongi etorris' a un sanguinario asesino, Javier Balerdi, en San Sebastián el 21 de diciembre de 2016, que se celebró debajo de la casa de una víctima. No se me ocurre una infamia mayor que esa. Que hayan desaparecido estos actos aberrantes es positivo para las víctimas y para la sociedad en general», ha valorado Consuelo Ordóñez.

Respecto a la tipología, 150 de ellos han sido pintadas y pancartas de ensalzamiento a la banda y a sus presos, 131 manifestaciones en las que se ha reclamado la excarcelación de los presos, «70 fiestas populares que se convierten en contextos ideales para enaltecer a ETA y a sus presos, como ha sucedido en 2024 con la 'korrika' y las fiestas veraniegas o la Nochebuena y Nochevieja» 35 homenajes públicos a etarras muertos; 4 tributos en la vía pública a miembros de la banda que todavía están en prisión, donde se bailaron aurreskus frente a su foto y hay 31 encuadrados en la categoría de «otros».

En algunos de estos actos, según denuncia Covite, «se han llevado a cabo con la colaboración y complicidad explícita de algunas instituciones públicas, como ayuntamientos vascos y navarros» Citan los casos de «Villabona, Aduna, Alquiza, Asteasu Cizúrquil, Ondarroa y Gernika, que han promovido en sus redes sociales y comunicaciones públicas los actos y manifestaciones a favor de los presos de ETA que se han llevado a cabo en Nochevieja, incumpliendo así con el principio de neutralidad política bajo el que deben regirse todas las administraciones locales, además de infringir la Ley 4/2008, de 19 de junio, de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo». Covite califica como «inmoral e inaudito» que las instituciones públicas «colaboren en la organización de actos de justificación del terrorismo de ETA y de petición de impunidad para sus asesinos».

Covite ha criticado que, «si el Gobierno vasco continúa en 2025 concediendo progresiones al tercer grado a etarras que no están arrepentidos al ritmo al que lo ha hecho en 2024, su exigencia de 'vaciar las cárceles' se estará cumpliendo a rajatabla». La asociación que lidera Consuelo Ordóñez ha recordado que «un requisito fundamental para acceder al tercer grado es el arrepentimiento, y el arrepentimiento sincero es incompatible con la exhibición y el enaltecimiento obsceno que hace la izquierda abertzale de todos esos presos».