PNV y Bildu van al choque y complican aún más la aprobación de la reforma fiscal vasca
La coalición anuncia que enmendará a la totalidad el texto de jeltzales y los jeltzales le recrimina su «falta de madurez»
El laberinto en el que está metida la reforma fiscal pactada por el PNV y PSE sumó este miércoles un nuevo capítulo que complica todavía ... más su aprobación definitiva en los tres territorios. El acuerdo no es imposible y las diferentes partes siguen hablando de «mano tendida» y muestran su disposición a seguir negociando, pero no hay ningún signo de aproximación. Todo lo contrario. EH Bildu anunció que enmendará a la totalidad la propuesta de jeltzales y socialistas. Lo hizo, además, en un tono muy duro. Poco después, el PNV respondía con la misma contundencia y acusaba a los de Arnaldo Otegi de no contar «con la madurez política necesaria para alcanzar acuerdos realistas con algunas formaciones políticas, particularmente» con ellos.
PNV y EH Bildu van al choque, lo mismo que PSE y PP. Unos vetos cruzados que están complicando al máximo la aprobación de la reforma. En Bizkaia no hay problemas porque el Gobierno foral tiene mayoría absoluta, pero en Álava y Gipuzkoa Ramiro González y Eider Mendoza necesitan de un socio, y no lo encuentran. Las conversaciones llegan a un momento trascendental porque entre hoy y mañana acaba el plazo para que los grupos presenten en las Juntas de Álava y Gipuzkoa sus textos alternativos, que se debatirán en pleno a mediados de marzo.
Para que el texto de PNV y PSE salga adelante, EH Bildu y el PP deben al menos abstenerse o que Elkarrekin Podemos vote a favor. Las opciones de un acuerdo con los populares -con los que jeltzales y socialistas sacaron adelante la reforma de 2017- habían caído en picado después de que Eneko Andueza rechazase de forma categórica un pacto con los de Javier de Andrés. Una muestra evidente de que se encontraría más cómodo pactando con EH Bildu o con Elkarrekin Podemos. Imanol Pradales le lanzó un mensaje velado al lamentar que en este debate esté habiendo «una suerte de cordones sanitarios».
Sin embargo, esa preferencia por EH Bildu ni de lejos tiene tan buena acogida en Sabin Etxea y en el ala nacionalista del Gobierno. El PNV no ha dicho en ningún momento que quiera pactar con el PP, pero sí ha escenificado las notables diferencias que mantiene con EH Bildu. Aun así, la contundencia de Andueza había situado el foco en la coalición soberanista, pero ayer rebajó las expectativas al anunciar que presentarán una enmienda a la totalidad y varias parciales.
Lo hizo Nerea Kortajarena, parlamentaria y secretaria de Programa de la coalición, con un discurso en el que no ahorró duras críticas hacia jeltzales y socialistas. Calificó su propuesta de un «ajuste superficial, un simple retoque fiscal que, lejos de abordar los problemas estructurales, se limita a ofrecer deducciones que maquillan la situación».
A partir de ahí anunció sus enmiendas. Las parciales son en su mayoría genéricas o abogan por copiar cuestiones que ya se aplican en Navarra, donde la socialista María Chivite gobierna en coalición con Geroa Bai (donde está el PNV) con el respaldo de EH Bildu. Apuesta, por ejemplo, por eliminar «el trato privilegiado» de las rentas de capital en el IRPF «y acercarlas a la tributación de las rentas del trabajo», por «implementar un sistema de evaluación continua de las deducciones empresariales», por cerrar el «compromiso político de revisar en profundidad el Impuesto de Sociedad en el plazo de un año», por presentar «antes de fin de año un reforma del Impuesto de Patrimonio»... Según sus cálculos, con estas medidas la recaudación podría aumentar en 900 millones.
Kortajarena, además, incidió en un mensaje que están trasladando los diferentes grupos de la oposición: que el Gobierno está «dividido» porque no tienen claro con quién pactar. «Creo honestamente que el PNV tenía en la cabeza aprobar esto con el PP, que hay desavenencias entre ellos y que ahora están en otra situación», afirmó Kortajarena.
«Sin estar a la altura»
La reacción del PNV no se hizo esperar. Y ante el intento de la coalición soberanista de colocarles más cerca de los populares, respondió que el problema es de EH Bildu, que no quiere pactar con ellos. Fuentes del EBB aseguraron que Bildu había demostrado que «sigue sin estar a la altura y sin contar con la madurez política necesaria», algo que, en su opinión, pagarán «los jóvenes, las personas más vulnerables, las clases medias»... ¿Significa esto que todo está roto? No. Porque tanto EH Bildu como el PNV expresaron su voluntad de seguir negociando y mostraron «mano tendida». Los socialistas, por su parte, evitaron pronunciarse, pero Andueza, horas antes de hacerse pública la oferta, mantenía el «optimismo».
Los movimientos de este miércoles, en realidad, dejan el tablero en una situación muy similar a la que estaba antes. Y en una batalla en la que el relato es importante, los jeltzales recalcan que, en realidad, lo pactado con los socialistas no es una reforma, sino una «revisión» del modelo vigente, que se ha mostrado acertado. Es decir, que si al final no puede salir adelante el texto negociado con los socialista tampoco supondría un cataclismo para las arcas públicas.
Las otras dos opciones son que solo se apruebe en Bizkaia o que se fuerce una armonización, algo para lo que tiene competencia el Parlamento, como recordó ayer Pradales. Pero es una vía que nunca se ha utilizado, ni cuando en anteriores ocasiones ha habido desarmonizaciones.
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