La Ertzaintza no usa las pelotas de goma en Euskadi desde el 'caso Cabacas'
El Gobierno vasco fue sustituyendo este material por otro menos lesivo tras la muerte del joven aficionado del Athletic
Bildu ha arrancado a Pedro Sánchez su promesa de que los antidisturbios dejarán de usar las pelotas de goma a cambio de su apoyo ... a la reforma de la 'ley mordaza'. En el caso de Euskadi, la noticia es más simbólica que práctica, ya que la Ertzaintza no usa este material desde 2013 a raíz del 'caso Cabacas'.
Iñigo Cabacas murió como consecuencia de un pelotazo lanzado durante una carga de la Ertzaintza en un callejón de María Díaz de Haro en abril de 2012. El fallecimiento del joven se produjo durante el dispositivo de seguridad que se organizó para el partido entre el Athletic y el Schalke 04.
La Audiencia de Bizkaia condenó en noviembre de 2018 a dos años de prisión al ertzaina Juan José de Pablo (número profesional 3.389), el agente que tenía más galones en la zona en la que se encontraba el joven aficionado del Athletic. El resto de agentes encausados –otros dos mandos intermedios y tres escopeteros– quedaron absueltos del homicidio por «imprudencia grave» profesional del que estaban acusados. No se pudo determinar quien realizó el disparo mortal.
El fallecimiento del joven aficionado rojiblanco marcó un «hito de inflexión» en la Policía vasca que obligó a realizar «una lectura y reflexión autocrítica». En ese sentido, se cambiaron los métodos y procedimientos por medios «menos dañinos», que permitan una labor «eficaz» de los agentes.
Uso muy limitado
En la práctica, lo que sucedió es que las unidades de la Brigada Móvil y de Intervención dejaron de usar rifles 'Benelli' para disolver tumultos pese a que estaban autorizados a utilizarlos en situaciones de «riesgo excepcional». En el caso de los agentes de Seguridad Ciudadana, se les prohibió su uso tras el 'caso Cabacas'.
Con el paso del tiempo, este armamento potencialmente peligroso fue sustituido por escopetas de pelotas de foam, mucho menos lesivas para las personas que reciben su impacto. Los proyectiles de caucho, además, ahora están identificados en sus bolsas para saber cuándo se utilizan. Otra de las medidas significativas que se implementó fue la identificación externa de los agentes con la incorporación de un código en los uniformes. El distintivo está compuesto por dos números, dos letras y un símbolo que representa la categoría profesional del ertzaina.
De lo que se trata es de que se pueda reconocer con facilidad a los policías en el caso de que un ciudadano quiera poner una reclamación o en el transcurso de una investigación judicial. Asimismo, la Ertzaintza también ha sustituido en numerosas ocasiones las cargas con escopetas por actuaciones que se desarrollan más «cuerpo a cuerpo». En todo caso, los nuevos protocolos policiales han provocado que no se haya vuelto a producir un incidente tan grave como el del 'caso Cabacas'.
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