Cónclave papal

Cuando el mundo llora todavía la muerte del Papa Francisco, los 133 cardenales con derecho a voto se preparan para elegir a su sucesor bajo los auspicios del Espíritu Santo y la atenta mirada de los ángeles y demonios que habitan los frescos de la Capilla Sixtina, donde un nuevo cónclave («con llave»), cargado de expectativas, intrigas y tensiones, se celebra a partir de mañana.

Hasta que uno de ellos logre reunir una mayoría calificada de dos tercios (89 votos) que le legitime para pastorear el rebaño, seguirán encerrados a cal y canto. Es parte de un ritual ancestral, el de una institución con más de dos mil años de historia que, desde su fundación, ha desafiado al poder terrenal o se ha aliado con él para preservar y expandir su fe, y que ha tenido la capacidad de renovarse, como demostró en el Concilio Vaticano II, cuando teólogos y sacerdotes impulsaron la 'Teología de la Liberación»' y la opción preferencial por los pobres que tanto inspiró a Francisco.

En cuanto a cuál será la nacionalidad de su sucesor, algunos se inclinan por la elección de un Papa racializado, asiático o africano, porque Asia, África y Oceanía son hoy los continentes donde más crecen el catolicismo y las nuevas vocaciones sacerdotales, gracias a la misión evangelizadora de la Iglesia y porque ya toca. El último pontífice africano data del siglo V, el Papa Gelasio (492-496). Pero si la preferencia de los electores fuese por un prelado que le dé continuidad a la línea pastoral de Francisco, el mundo estará a salvo de la profecía apocalíptica, pues será difícil que haya un Papa negro. Salvo el cardenal Peter Turkson, de Ghana, los demás van de moderados a ultraconservadores.

¿Habrá otro Francisco después de Francisco? Los más expertos vaticanólogos dicen que lo más probable es que el papado vuelva a Italia. Lo que supondría de facto una vuelta a la tradición, pues los papas fueron italianos desde el siglo XVI hasta la elección del polaco Wojtyla en 1978. Entre los seis prelados italianos nombrados por el argentino Bergoglio, cinco siguen su línea pastoral: Zuppi (Bolonia), Betori (Florencia), Montenegro (Sicilia), Lojudice (Montalcino) y Gambetti (vicario general del Vaticano). Aunque suenan también como papables el filipino Tagle y el inglés Timothy Radcliffe.

No parece, en cambio, que los cardenales españoles tengan alguna oportunidad. Ni los latinoamericanos. Y eso que el español sigue siendo la lengua de oración de la mayoría de los católicos, sumando los de Latinoamérica, España y Estados Unidos. Será por no repetir.