Previsible y equivocado
Triple petición de perdón a los ciudadanos, a los militantes y a los simpatizantes socialistas por las presuntas fechorías de Santos Cerdán, que ayer a ... mediodía abandonó su escaño y su cargo como 'número tres' del PSOE a petición del presidente. Y, a partir de ahí: manual de resistencia, manual de resistencia y más manual de resistencia.
Para qué cambiar de guion por grave que sea la situación, después de conocerse que el juez del Supremo Leopoldo Puente acusa a Cerdán de cohecho y organización criminal por repartirse con Ábalos y Koldo García más de un millón de euros procedentes de 'mordidas' por la adjudicación fraudulenta de contratos públicos, no en una, sino en más de media docena de provincias españolas. Mejor seguir atado al sillón monclovita, aunque apenas se pueda gobernar, que jugársela en unas elecciones generales anticipadas, como hubiera ocurrido en casi cualquier país europeo.
El líder de los socialistas trató de convencernos de que hasta ayer por la mañana creía a pies juntillas en la honorabilidad de su último secretario de Organización. ¿Y la responsabilidad 'in vigilando' por haberle catapultado al 'número tres' del PSOE tras descubrirse las corruptelas de su predecesor en el cargo y exministro Santos Cerdán y de Koldo García? No hubo respuesta.
Sánchez, fenomenal orador, y magnífico intérprete, tiró de rostro apenado para sortear uno de los peores días de su carrera. Anunció que reestructurará la ejecutiva del PSOE, y que encargará una auditoría externa. Reiteró que no ha cambiado de planes, que quiere una agotar la legislatura -que de momento es un fracaso- para completar el proyecto de transformación social y económica del Gobierno de coalición progresista. Y repetir como candidato en esos comicios de 2027. Todo ello pese al previsible 'asedio' que, lamentó, sufre desde la oposición conservadora y algunos jueces.
El líder del PSOE se limitó a mostrar su 'decepción' cuando se le preguntó por el hecho de que Koldo manipulara a petición de Cerdán el voto de al menos dos militantes en las primarias de 2014. Comicios en los que Sánchez derrotó a Madina y Pérez Tapias por, recordó, «más de 17.000 papeletas».
Así pues, y a pesar de tantos pesares, Sánchez va a seguir en La Moncloa porque ninguno de sus socios de investidura está, de momento, por la labor de tumbar el Gobierno progresista para que Núñez Feijóo pase a presidir un gabinete conservador con Abascal en la Vicepresidencia. Eso sí, casi todos demandan más explicaciones.
Ciertamente, si el Ejecutivo logra gobernar y sacar adelante nuevos epígrafes de su agenda social tendrá alguna opción en 2027. Si no es así y/o el votante progresista no perdona al PSOE sus corruptelas, en especial tras haber tumbado al Gabinete Rajoy enarbolando la bandera de la regeneración, Sánchez y las izquierdas pueden sufrir una tremenda sangría en las urnas. Mientras, para animarse siempre puede ojear los esperpénticos sondeos del CIS que costeamos con nuestros impuestos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.