Los movimientos de Zupiria

Viernes, 24 de octubre 2025, 00:00

El titular vasco de Seguridad, Bingen Zupiria, ha realizado en las últimas semanas tres movimientos de evidente alcance político. Para el Gobierno autonómo. Y para ... su partido, el PNV. Zupiria ha variado radicalmente su discurso sobre la creciente inseguridad ciudadana que se vive en la comunidad autónoma vasca. Según la Ertzaintza y, sobre todo, según la opinión de muchos vascos, en especial de Bizkaia, que recogen las encuestas.

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De insistir hasta ahora en que en Euskadi sólo existe una evidente «sensación de inseguridad», pero nada más, el consejero ha pasado a admitir que estamos ante «un problema social importante». Y que, por ejemplo, muchos de quienes son detenidos por la Ertzaintza por usar armas blancas son «extranjeros sin arraigo».

Esta semana ha dado otro paso. Ha ordenado a la Policía vasca modificar su política informativa. En vez de ocultar, como hasta ahora, el origen de los detenidos, y limitarse a dar su edad y su sexo, ha empezado a desvelarse también su origen. No su nacionalidad concreta, salvo cuando sean españoles. Pero sí su origen: magrebíes, europeos, subsaharianos o latinoamericanos o bengalíes.

El tercer movimiento ha llegado tras los gravísimos altercados de hace unos días en Vitoria donde se enfrentaron falangistas, que habían solicitado permiso para manifestarse en la plaza de la Provincia, con grupos de autodenominados 'antifascistas', afines a la izquierda abertzale o a partidos situados aún más a su izquierda. Unos altercados que desbordaron por completo el operativo policial, otra vez, y que originaron cuantiosos daños materiales en el centro de la capital vasca.

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Al día siguiente, Zupiria sintetizó lo sucedido como un enfrentamiento entre fascistas llegados de fuera y fascistas vascos. Añadió que el verdadero objetivo de los segundos no era los falangistas sino la Ertzaintza. Y censuró a EH Bildu y a Sumar por «poner el foco donde no está». Al reconocer que la creciente inseguridad en nuestras calles es una realidad, Interior no hace sino hablar el mismo lenguaje que la mayoría de los vascos. Y el PNV deja de regalar un flanco político al PP.

Respecto a la decisión de comenzar a facilitar a los medios de comunicación –y con ello a la opinión pública– el origen de los detenidos, admito mi sorpresa mayúscula por la justificación que ha dado el consejero para hacerlo: las presiones de PP y Vox en el Parlamento. Si él lo dice, así será. Tampoco sé si ha tenido que ver o no el objetivo de un partido como el PNV de desactivar cualquier riesgo de aparición aquí de una Aliança Catalana, que tanto daño está haciendo allí a Junts. Lo evidente es que resultaba injustificable seguir con el oscurantismo por un supuesto temor a eventuales campañas ultras contra la inmigración, del todo rechazables.

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Respecto a los incidentes de Vitoria, lo único cierto es que no se pueden autodefinir como 'antifascistas' quienes usan los mismos métodos que los franquistas. Y EH Bildu haría bien en entenderlo, si pretende que se le tome como un partido plenamente institucional y democrático, y en dejar de recibir con honores y en jalear a asesinos etarras, aunque hayan cumplido su pena.

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