Sosiego en el sur de Cerdeña

La capital sarda regala a la vista calles por donde hace años paseaban nobles y ricos de diverso pelaje, pero también gentes de pueblo, vecinos de la isla con economías menos pretenciosas. Antes que ellos, por el sur de la isla se movían los fenicios, que fundaron Nora en el siglo VIII a.C. Tras ellos, cartagineses y romanos decidieron instalarse allí debido a su posición estratégica en el istmo de Capo Pula, de ahí que puedas acercarte al anfiteatro romano.

Continuamos con los pueblos, como Caloforte, único núcleo habitado de la isla de San Pietro, al suroeste, dotada de playas ideales. Aunque no muchos lo sepan, Cerdeña tuvo un pasado minero, de ahí que los turistas se apunten a visitar el Túnel de Henry, en Buggerru. Antiguo ferrocarril para transportar el mineral, se excavó en la roca y podrás traspasarlo un rato andando y otro en un tren eléctrico, entre tramos oscuros y vistas al agua. De minas va también la visita a Carbonia en la que viajar sin moverte demasiado desde la prehistoria hasta el siglo XX gracias al Parque Arqueológico de Monte Sirai y al Museo del Carbón de la Gran Minería de Serbaru.

A ver qué pasa con la playa, ya estáis tardando, pensarás. Hay unas cuantas. Proponemos ejemplos y, ya luego, investigas, que viajar trata de empaparse de un lugar y documentarse antes de ir sobre lo que espera. La de Piscinas aguarda en la última franja de un desierto de dunas que pueden alcanzar 60 metros. Cala Doméstica se esconde entre acantilados de piedra caliza y, dicen quienes saben de esto, es perfecta para el snorkel. El litoral de Costa Rei suma arenales, calas escoltadas por rocas y cabos con el macizo de las Sette Fratelli como telón de fondo. Su Giudeu y Cala Cipolla son ofertas de Chia, donde cuentas con rutas de senderismo o ciclismo de montaña que regalan vistas.

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