El agua salta con fuerza en el parque Aizkorri-Aratz
Un precioso sendero de hayas, robles y pozas remonta el cauce del río en una caminata liviana para toda la familia
El túnel de San Adrián o la cueva de la Leze son algunos de los hermosos ganchos naturales que ofrece el parque de Aizkorri-Aratz, esa frontera natural entre Álava y Gipuzkoa que atrae a multitud de mendizales. Podemos sumarle el nacedero del río Zirauntza. O, más bien, el paseo entero que desde Araia lleva hasta este paraje por un precioso sendero de hayas, robles, pozas y saltos de agua.
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Una caminata liviana de hora y media a ritmo tranquilo, cuyo desnivel (180 metros) y bajo nivel de dificultad –pese a las escaleras que hay por el camino– la convierten en una magnífica opción para retomar el hábito montañero después del parón estival. Una ruta sencilla para toda la familia. Ideal en otoño y primavera, por el caudal del río y la paleta de colores que ofrece el bosque en estas épocas, pero atractiva también en estos últimos días de verano por el cobijo que brinda esa variedad de árboles.
En Araia nos dirigimos a la antigua central eléctrica, en el extremo norte del pueblo, que alberga el Centro de Interpretación de la Naturaleza y el Museo de Energías Renovables. Detrás parte la senda balizada (SL A14; sendero local, marcado en blanco y verde) que remonta el río Zirauntza hasta su nacimiento, represado para aprovechar la fuerza del agua como fuente de energía para las antaño pujantes industrias del pueblo.
Con cuidado en las zonas húmedas, que pueden propiciar algún tramo resbaladizo, solo debemos seguir los indicadores (por el camino hay bancos y mesas para el picnic). En unas escaleras un panel informativo nos indica que el camino se divide en dos: a la izquierda bajamos por un estrecho camino que, pegado al río, nos lleva hasta la cascada situada debajo del nacedero; por la derecha, ascendemos hasta el puente de Allondo y, sin cruzar el puente, por una senda paralela al canal de la Central, nos acercamos al nacedero.
Para volver, como alternativa, podemos hacer una ruta circular que nos lleva por el otro lado del río –sendero GR–, y nos devuelve a Araia por las ruinas del castillo de Marutegi, las faldas de la peña de San Miguel (873 metros) y la Cuesta de las Vagonetas.
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