Capibara, el mayor roedor del planeta al que las redes han puesto de moda
Estos apacibles animales son parientes de los conejillos de Indias, con los que comparten la costumbre de comerse sus excrementos
Fue en 2020 cuando la imagen de los capibaras comenzó a popularizarse en las redes sociales. Hoy protagonizan memes, camisetas, ilustraciones o pins. Nadie sabe el porqué de esta moda, pero quizás influya su imagen bonachona. Decía Darwin que cuando están sentados se asemejan a un conejo gigante, pero que de lejos y en movimiento se parecen a los cerdos, no en vano su nombre científico significa cerdo de agua.
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Los capibaras o carpinchos son, junto a las ratas topo gigantes, los roedores más grandes del planeta. Pueden llegar a pesar 65 kilos de carne magra –muy apreciada por algunas tribus indígenas– y pelo áspero y rojizo. Muy sociales, viven en grupos de hasta cien componentes, liderados por un macho alfa, preferiblemente cerca del agua a la que están adaptados con una pelambrera impermeable y unas pezuñas palmeadas.
Pájaros y flores
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Nombre Capibara (Hydrochoerus hydrochaeris)
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Dónde: Riberas y humedales de casi toda Sudamérica
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Longitud: Hasta 1,30 metros
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Peso: Hasta 65 kilos
El líquido elemento es su lugar favorito para copular. Y cerca del agua están sus alimentos preferidos, las hierbas y plantas acuáticas que devoran ayudados por sus enormes y afilados incisivos, que, como los de otros roedores, no dejan de crecer. Como también hacen sus parientes cercanos, los conejilos de Indias, los capibaras gustan de ingerir sus propios excrementos que, gracias a unas bacterias especiales en su intestino, les aportan fibra y celulosa.
Más activos durante la salida o la puesta del sol, son muy ruidosos y utilizan una gran cantidad de sonidos para comunicarse. Los usan para avisar del peligro y algunos se parecen al ladrido de un perro. Los machos tienen una protuberancia en la parte superior del hocico que segrega un líquido con el que marcan sus territorio, mientras que cada hembra, gracias a unas sustancias químicas distintas en cada una de ellas, tienen su esencia particular.
Los capibaras no están en peligro de extición, sin embargo les sobran amenazas. Su hábitat se ve recortado por el avance humano y los incendios forestales. Además, a sus depredadores naturales se une ahora una moda global que ha hecho que no pocas personas los deseen como mascotas. Pero no lo son.
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