Una pareja recorre las cabañas reconstruidas del castro. Llanada Alavesa
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Castro de Henaio, un poblado celta en la Llanada Alavesa

El Centro de Interpretación Arqueológica ayuda a entender las formas de vida en el enclave habitado durante 800 años hasta el siglo anterior al nacimiento de Cristo

Viernes, 26 de agosto 2022, 13:01

Apunta la fecha para usar el DeLorean con el que viajarás al pasado... sin problemas para regresar después al presente. La Llanada Alavesa te propone un viaje al mundo celta, una carrera hasta a la Edad de Bronce y a la primera etapa de la Edad de Hierro en la que conocer el Castro de Henaio. No será Michael J. Fox quien te lleve de la mano, pero sí habrá guía para desvelar los secretos de este lugar que el paso del tiempo ha convertido en misterioso e interesante.

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En la colina de idéntico nombre, a escasos kilómetros del núcleo de Alegría-Dulantzi, localizaron durante una excavación arqueológica entre 1969 y 1970 diferentes fases de poblamiento que habían durado 800 años. El descubrimiento sirvió para traducir cómo era la vida por entonces y cómo evolucionó el poblado durante todo ese tiempo.

Allí se ubica ahora el Centro de Interpretación Arqueológica del Castro de Henaio. Y espera la reproducción de dos casas con un diámetro de 6 metros y 4,5 metros de altura. También objetos y utensilios que sus moradores usaban en su día a día, elementos que te harán pensar en una existencia en la que sobrevivir a diversos peligros se colocaba en primera línea de prioridades.

Rodeando aquellas chozas, para proteger su seguridad en aquella época convulsa, había una fortificación de la que se han reconstruido dos tramos de la muralla de ocho metros cada uno. Paredes con estructura de postes verticales y cerramiento de palos en trabajo de cestería y manteado con mortero daban forma al recinto.

Recuerda que el coche mágico que conduce tu imaginación te habrá hecho retroceder hasta los años 840 a 100 antes de Cristo aproximadamente. El cicerone se encargará de explicarte cómo era aquel lugar y de aclarar todas las dudas que tengas. Además, dispones de paneles informativos e incluso se puede completar un recorrido señalizado por el exterior. Gracias a ese paseo observarás la reconstrucción de las defensas amuralladas. El punto final a la ruta lo pone una colina desde donde disfrutar las vistas sobre la Llanada y los Montes de Vitoria.

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Viviendas de planta circular

Pero volvamos a las excavaciones que descubrieron muretes de piedra muy deteriorados debido a las labores de labranza. Paso a paso, tras el trabajo cuidadoso, surgieron las plantas de las distintas viviendas de trazado circular. Cavando el siguiente nivel la emoción llegó al toparse con lo que correspondía al primer asentamiento humano en el cerro. Presentaba restos de los hoyos para anclar los postes de madera de las primeras construcciones.

Estudiado el lugar, concluyeron que probablemente sus moradores decidirían ocupar el cerro por las tres pendientes dispuestas a los lados. Levantaron una defensa artificial con forma de terrazas y muros más potentes en la parte sur, que carecía de protección natural. Desde lo alto del poblado se divisaba el paso en la parte este-oeste y el acceso de personas por el sur desde los montes de Vitoria.

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Por añadir algunas informaciones sobre la zona, si buceamos en la historia de la Villa de Alegría-Dulantzi los datos más antiguos se refieren a una población de carácter romano descubierta en la parte del convento de Santa Clara. El fuero de villazgo lo obtuvo en 1337 de la mano de Alfonso XI. En lo alto de aquel núcleo hubo una torre fuerte y todo el conjunto se encontraba defendido por una muralla derruida en el siglo XVI.

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