

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
España cuenta con un Gobierno de izquierda legítimamente constituido. Pero los votos del PSOE y Unidas Podemos no son suficientes y necesita apoyos para sacar ... adelante sus propuestas. Es tiempo de Presupuestos, de someter a aprobación el plan económico del Gobierno para el futuro mediato concretando los servicios públicos deseados y los medios más aptos para financiarlos. Posibilitar su aprobación adquiere una relevancia adicional en cuanto identifica a las fuerzas políticas que manifiestan su voluntad -puntual- de sostener el Gobierno.
Es un dato que resulta más relevante la identificación de los apoyos con los que se cuenta que la aprobación del Presupuesto en sí. Hemos vivido con Presupuestos prorrogados y el ciudadano apenas lo advierte. Cierto que unos Presupuestos Generales del Estado que vienen de 2018, y con las consecuencias económicas y sociales del Covid, necesitan algo más que parches.
El debate presupuestario es, sobre todo, un debate político. Y en la actual situación de un Gobierno con complejos equilibrios internos y externos, los partidos de izquierda y los nacionalistas -incluso los regionalistas- son más proclives a dar su apoyo. La afinidad de los partidos nacionalistas con la izquierda española es histórica, véase la relación PNV-PSOE desde 1931. Y aunque más reciente, la cercanía entre Unidas Podemos, Esquerra y EH Bildu en sus programas es evidente, y el apoyo a los Presupuestos, una consecuencia natural.
EH Bildu trata de visibilizar su carácter más institucional y de normalizar e intensificar su presencia en todas las instancias políticas y sociales como un partido que apoya gobiernos y que quiere situarse también como una alternativa de gobierno en su ámbito. De hecho, ya lo es en Navarra desde la legislatura anterior. Lejos de ser una mala noticia, muchos no la habrían imaginado hace unos años.
Vemos que su apoyo inquieta y molesta por distintos motivos. Fundamentalmente se reprocha al PSOE que lo acepte, aduciendo argumentos morales, porque EH Bildu no ha mostrado el suficiente rechazo explícito a la violencia ejercida por ETA. Para algunos sectores políticos y mediáticos es reprobable que el PSOE acepte el voto de un partido 'apestado'. Y creo que es hora de sacar este debate de la trifulca política que a nada conduce, salvo al hastío, alejamiento y polarización de la sociedad.
El segundo motivo para reprochar el apoyo de EH Bildu a los Presupuestos es que si el Gobierno lo acepta es que algún pacto oculto habrá. Estos infundios solo pretenden agitar la opinión publica. El acuerdo entre los partidos que otorgan su voto favorable al Gobierno en los Presupuestos se centra en enmiendas en la línea de sus reivindicaciones en diversas materias: empleo, políticas sociales y fiscales e inversiones puntuales.
EH Bildu tiene deberes pendientes ante la sociedad, principalmente en relación con la explícita reprobación de la violencia ejercida por ETA. Lo saben. Saben que es una exigencia ética y ciudadana. Y si EH Bildu pretende ser alternativa, también necesita cambiar su modo de ser y estar en sociedad, ante los ciudadanos. Tiene que desterrar expresiones que hacen daño a las víctimas y a mayorías ciudadanas. Y en términos socioeconómicos, construir la confianza necesaria, basada en que su programa no se identifique con propuestas antisistema irrealizables. Las utopías que merecen la pena son las que pueden realizarse con mayorías democráticas.
También tienen deberes pendientes otros partidos que han estado en el poder y han permitido estructuras violentas y corruptas. Pero reconozcamos que las instituciones evolucionan por metamorfosis, por cambios que llevan su tiempo, conforme las circunstancias lo permiten. EH Bildu está condicionado por un riesgo de involución en algunos sectores radicales, ya minoritarios, de sus bases. Y también lo está en tanto haya doscientos presos pendientes de que se reconozca su derecho a cumplir condena cerca de su domicilio y, si cumplen con los requisitos legales exigidos, vean reconocidos beneficios penitenciarios. Recordemos también que en EH Bildu hay varios partidos y personas que nada tienen que ver con la historia trágica de ETA.
Es necesario dar tiempo al tiempo. A todos, porque en nuestro país todos necesitamos algunas metamorfosis, si bien es cierto que algunos sectores tienen especial interés en que EH Bildu no resuelva nunca sus tensiones, porque esa tensión forma parte de su ecuación de mejor resultado electoral.
Todos creemos tener motivos para defender nuestra situación, nuestra verdad. Pero tenemos menos razones verdaderas que las justifiquen. Verdades infalibles en lo concreto, en nuestro triste debate político, hay muy pocas. Es más, creo que lo relativo es afirmar que justo mis afirmaciones son las únicas verdaderas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La NASA premia a una cántabra por su espectacular fotografía de la Luna
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.