Pudin oficial
REINO UNIDO ·
Isabel II anuncia su deseo de que Camilla reciba en su día el tratamiento de reina consortePablo Martínez Zarracina
Lunes, 7 de febrero 2022, 00:02
Como toda institución británica que se precie, la monarquía inglesa se afianza con la misma energía en la solemnidad y en la extravagancia. Eso explica ... que el jubileo de platino de la reina -setenta años al mando cumplidos ayer- sea un asunto histórico y también uno gastronómico. Así, mientras avanza el concurso nacional que debe elegir el «pudin oficial del jubileo», el sábado Isabel II invitó a tomar el té en Sandringham y recibió a una cocinera que hace siete décadas colaboró en la creación del famoso 'Coronation chicken' que se sirvió en su coronación. Se rieron mucho las dos. Luego a la reina le pusieron delante una tarta Victoria con el emblema del aniversario de su llegada al trono. «Creo que simplemente pondré un cuchillo ahí», bromeó Isabel II. «Y luego alguien podrá hacer el resto».
El reverso solemne de los pollos con curry y las tartas ha sido un mensaje en el que Isabel II anuncia su deseo de que, cuando su hijo Carlos reine, Camilla Parker Bowles reciba el tratamiento de reina consorte. El mensaje añadía una expresión magnífica sobre la llegada al trono de Carlos, el joven príncipe de 73 años. Un «a su debido tiempo» que, en su literalidad, resonaba como el bíblico «en la plenitud del tiempo». Yo creo que hoy no te escribe algo así ninguna otra monarquía europea. En la comunicación de Buckingham, sin embargo, parece encargarse de los textos el mismísimo Chaucer.
El reconocimiento a la futura reina Camilla es significativo. En el ranking Windsor de popularidad, Andrés, Meghan y Enrique se hunden en las posiciones subterráneas mientras la mujer del príncipe Carlos asciende hacia la división en la que están Guillermo y la propia reina. Lo hace impulsada por la discreción y la ejemplaridad, algo que probablemente ha ganado importancia durante la pandemia. La imagen de la reina sentada sola en la capilla de San Jorge durante el funeral de su marido adquirió todavía más significado cuando se supo que la víspera hubo fiesta en Downing Street. Boris Johnson celebró ayer el «inspirador sentido del deber» de Isabel II. Cierto que para Boris incluso una pelea multitudinaria en un pub de Mánchester podría ser una inspiración moderadora, un propósito de mejora, un ideal al que aspirar.
PODEMOS
Los troyanos
Parecía que Pablo Iglesias iba a pasar de vicepresidente a periodista crítico, pero se ha hecho además sabio venerable. Ahora su presencia transforma los mítines en simposios y sorprende que no haya a su lado un artista inmortalizándolo en una cerámica constantemente. Ayer Iglesias participó en la campaña de Castilla y León y advirtió a los «compañeros troyanos» del PSOE de que pactar con la derecha es aceptar caballos de Troya. La comparación impresiona por lo clásico, pero no sé si funciona. Díganme, si la votación de la reforma laboral fue una treta inspirada por Atenea, ¿quién es aquí el ingenioso Odiseo? ¿Teodoro García Egea? ¿Es Edmundo Bal Menelao? ¿Y el diputado Alberto Casero? ¿Es Neoptolemo, hijo de Aquiles? Ya se ve que algo importante falla en esta hipótesis, como falla en la política española y en la trayectoria pública del propio Iglesias. Digámoslo así: no existe la épica bufa. Es imposible.
TELETRABAJO
Llegar e irse
Una vez descartado lo de salir mejores o más fuertes, hay que reconocer que lo de las cosas que con la pandemia llegaban para quedarse tampoco ha ido bien. El teletrabajo, por ejemplo. Hubo un momento en que parecía que la economía del país dependía por completo de gente que tomaba café frente a un portátil en la sala de su casa. Ahora sabemos que el teletrabajo ha repuntado algo en la sexta ola, pero en el País Vasco sigue siendo muy residual. Reconozcámoslo: a los diez días del confinamiento, la gente quería volver a la oficina.
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