Padres e hijos
España ·
El Banco de España señala la brecha patrimonial entre jóvenes y mayoresNo estoy al tanto de las actualizaciones teóricas de nuestros académicos marxistas, pero imagino que en España la lucha de clases la tendremos ya prevista ... entre dos grupos novedosos: los jubilados del 'baby boom' con segunda residencia y pensión máxima y los treintañeros con dos másteres que comparten piso y hacen números desesperados, pero no para afrontar la entrada de un piso, sino para afrontar en el súper el lineal del aceite de oliva virgen extra. Brecha generacional. El nombre se lo hemos puesto hace tiempo. Las soluciones no corren tanta prisa, al estar el país enfrentándose a lo urgente, que a veces tiene que ver con el Valle de los Caídos y a veces con la okupación. Si tantas veces en la historia la brecha generacional aludió a una distancia política o cultural, esta vez el problema es económico. Y hace que en España las generaciones jóvenes estén llegando a la mediana edad sin patrimonio ni capacidad de ahorro, mientras que las generaciones mayores mantienen niveles de riqueza elevados, evitando el descenso de la famosa U invertida que marcaba tradicionalmente el ciclo vital del dinero.
La vivienda es el factor decisivo en este lío. Desde la crisis de 2008 a los jóvenes les resulta imposible acceder a la propiedad, y a la posterior revalorización, con empleos inestables y salarios bajos. El Banco de España señala el fenómeno y mide el desplome del patrimonio de los menores de treinta y cinco años respecto a las generaciones anteriores, que es contundente. Circula a este respecto un cliché que establece que los chicos prefieren hoy despilfarrar en Netflix y festivales mientras sus padres se sacrificaban para pagar un piso. Además de por ridícula, la idea asombra por ahistórica: la gente que se nos está jubilando tenía veinte años en los ochenta y puede que el pelo de colores. No es la generación de la posguerra sino la de la Movida. Y se esforzaron, claro, como se esfuerzan sus hijos, a los que a efectos de transmisión patrimonial recuerdo que sus padres cuidan su alimentación, corren maratones y hacen bikram yoga: van a vivir sin excepción más de cien años, tirando por lo bajo.
'True crime'
Cadenas perpetuas
Reaccionar tarde, al unísono y con manifiestos propósitos imitatorios es una de las características más marcadas del audiovisual español. Imagino que eso explica la reciente avalancha de 'true crime' y que las producciones se ocupen cada vez más de crímenes recientes y mediáticos. Se ha estrenado ahora la serie sobre 'El Rey del Cachopo' y hemos sabido del peor modo posible, por la denuncia de la madre de la víctima, que se prepara un documental sobre el asesinato del niño Gabriel Cruz en el que participaría al parecer la asesina. Si la diferencia entre una recreación más o menos artística y un documento morboso es en principio mucha, no puede olvidarse que el morbo funciona como garantía del éxito en el género sangriento desde los romances de ciego y los pliegos de cordel. La deferencia de 'La huella del crimen' fue al fin y al cabo el tiempo transcurrido entre el Jarabo y Sancho Gracia. Si en principio la ficción no se atiene más que a sus propias leyes, hay algo singularmente cruel en que las víctimas de un crimen mediático vean cómo lo ocurrido se perpetúa primero en los programas de la crónica negra para cristalizar después en las plataformas de pago, sección 'true crime'.
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