Máxima discreción
Investidura ·
En medio del terremoto negociador el PNV persigue una legislatura larga y establePensábamos que la transparencia era una virtud democrática, pero el Gobierno ha descubierto que lo democrático es la discreción. De ese modo, se nos insiste ... en que lo deseable a la hora de negociar los apoyos del Ejecutivo de cara a la investidura es el secretismo. Lo responsable, lo adulto, es el silencio. Que no se sepa nada. Al ser desde casi la misma noche electoral la amnistía al 'procés' el asunto del que depende todo, la situación termina siendo absurda. El Gobierno y sus círculos afines instan a ser cautelosos y discretos respecto a la amnistía mientras los socios que aspiran a ser amnistiados aseguran que su propia amnistía es cosa hecha desde hace semanas y fijan públicamente nuevas y ruidosas condiciones: cesiones, millonadas, referéndums.
Metido en medio de este lío por las cosas de la vida, el PNV parece presionar ahora en aras de una legislatura larga y estable. Como es natural, esa presión no tiene que ver tanto con el bien común como con que haya tiempo para que los compromisos adquiridos entre el PNV y el hipotético nuevo Gobierno se cumplan. «Necesitamos tranquilidad», parece decirles el PNV al variopinto conglomerado de socios capaces de sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez por la mínima. Y tampoco es difícil imaginar la respuesta de ese zoológico de socios: «¿Pero cómo vamos a garantizar la estabilidad quienes hemos hecho del desequilibrio y el volantazo nuestra principal arma política?».
El PNV advierte de que el acuerdo llegará «sobre la bocina», lo que iguala nuestra realidad política con un emocionante partido de baloncesto en el que el papel del ciudadano es más o menos el de la mascota del equipo. No pinta absolutamente nada pero se le utiliza para subir los niveles de fervor. Lo mejor es que se les pregunta cada día a los líderes socialistas su opinión sobre la amnistía y estos responden muy indignados: «¿Qué amnistía? ¿Usted sabe algo de eso? ¿Quiere que sea tan irresponsable como para pronunciarme sobre algo de lo que no conozco nada?» El gesto es sin duda impresionante, pero debería ser completado por los protagonistas en puridad: «Yo necesito conocer todos los detalles de la amnistía para ponerme -sean cuales sean esos detalles- absolutamente del lado del Gobierno».
Disney
McPatos
Cien años después, Disney sigue siendo lo de siempre: una enorme maquinaria de éxito. Cierto que el gigante acumula problemas que interesarían tal vez al Tío Gilito (Scrooge McDuck en el original y Rico McPato en la inmejorable traducción hispanoamericana). Aunque los ingresos siguen multiplicándose, los gastos se han disparado por apuestas arriesgadas como Disney Plus. El resultado es que la rentabilidad no es la prometida y en el Reino Mágico se han visto despidos masivos y turbulencias entre los grandes accionistas, que tampoco son como Mickey Mouse en términos de despreocupación y bonhomía. Siempre instalada en el espíritu comercial de su tiempo, Disney aboga hoy por ficciones igualitarias, correctas y edificantes. Al haber adquirido un montón de mundos paralelos, pronto veremos a Chewbacca saliendo del armario. Hubo un tiempo en que, antes que lecciones, Disney solo expendía fascinación.
Irán
Crimen y moral
Irán es un país en el que la joven que se desvanece y termina en muerte cerebral es siempre la que no lleva velo y está rodeada de policías de la moral. Le ha ocurrido a Armita Geravand, que tiene dieciséis años. Las autoridades dicen que su estado «no es prometedor» y debieron detener a sus familiares para comentárselo en la intimidad. La anterior joven que no sobrevivió a un encuentro con la Policía de la moral fue Mahsa Amin, premio Sajarov y origen de un grito que nos interpela, aunque parezca que solo lo hace a ratos: mujer, vida y libertad.
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