La aprobación por las dos Cámaras de Estados Unidos y la rápida firma del presidente hacen por fin realidad la esperada asistencia de 61.000 ... millones para Ucrania, con su añadido de fondos para Israel y Taiwán que endulza el trago a los republicanos menos proclives a seguir las directrices de Donald Trump. Año y medio de buenas palabras desde Washington, sin avance alguno en el compromiso de apoyar a la nación invadida para expulsar a los rusos, han forzado a Kiev a reconocer que había llegado al límite de sus existencias para afrontar los continuos ataques del Kremlin a infraestructuras básicas y zonas residenciales; a desoír el llamamiento aliado a no bombardear instalaciones energéticas del agresor; y a tratar de estabilizar el frente con 1.300 kilómetros de fortificaciones al tiempo que desarrolla proyectiles de cada vez mayor capacidad y alcance. Joe Biden promete que los ucranianos dispondrán «en horas» del nuevo material defensivo, que en gran parte ya estaría en suelo europeo. La UE alimenta este imprescindible impulso a Ucrania con 1.500 millones para mantener su Administración en marcha. Y Putin reactiva a sus peones Hungría y Eslovaquia para digerir el revés.
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