Desentrenando el cerebro
Somos un valle de penínsulas conectadas al satélite mediante soportes digitales
Cuando estudiaba geografía, y siendo miembro de una familia numerosa, la figura de la península me cautivaba; tierra rodeada de agua por todas partes salvo ... por una, por donde está unida a un territorio de mayor tamaño. Era un trazo imaginativo ciertamente atractivo, pues guardaba la felicidad del anhelado aislamiento con la necesidad de relación. Lectora de Julio Verne, me imaginaba atravesando la pasarela al continente; un mundo rico, variado y multicultural del que uno volvía, por la misma pasarela, cambiado y enriquecido. De aquella figura imaginativa hemos pasado a una realidad; somos un valle de penínsulas conectadas al satélite mediante soportes digitales.
Anastasia Dedyukhina, una británica de origen ruso, directiva de una de las grandes empresas tecnológicas mundiales y gurú digital supo que era península cuando se dio cuenta de que su cerebro había perdido entrenamiento, y estaba siendo adiestrado para recibir y procesar una información dirigida. Lo contó este año en una charla que dio en el Mobile Word Congress de Barcelona, mientras en la sala contigua se hablaba de implantaciones de chips. Dejó el móvil de última generación para uso exclusivo de lo indispensable y se hizo con uno de prestaciones básicas cuando comprobó que era incapaz de leer un libro sin consultar el móvil reiteradamente.
Los estudios en el 2018 ya apuntaban a que ese apéndice que llevamos en el bolsillo es un chute de dopamina irreal. Nos sitúa en un mundo de 'me gusta' y narcisismo de foto colgada en el balcón del mundo que nos desentrena en concentración, interacción de pensamiento, y yo añadiría, que respeto. Mientras hablamos con alguien, cabe la posibilidad de que se nos interrumpa para decirnos que tiene otra llamada, o mira el WhatsApp cuando le estas abriendo tu corazón. Consulta las redes para saber dónde, qué o cómo tiene que vestirse, relacionarse o elegir a quien va a gobernarle sin que tenga dudas sobre su ético comportamiento.
«Si hay algo que puedes hacer sin tecnología debieras hacerlo», nos advierte la experta. ¿Se referirá al acto de pensar o discernir lo falso de lo verdadero? Las redes, en la que no pescamos sino que nos pescan, nos facilita toda la 'comida basura digital' que pueda engullir el ser humano, sobre todo en periodo electoral. El polémico informe del CIS sobre la intención de voto del pueblo español arroja una verdad; la gobernabilidad no va a ser nada fácil. Los españoles no somos los únicos presos de los manipuladores digitales. Se nos cuenta que el PACMA puede poner un pie en el Congreso, además de las previsiones, con modo de certeza del posible ganador, pero no se nos invita a leer el programa electoral. El voto de un 30% de la población dependerá de cómo se levante ese día, y corre mucho riesgo el que se encarga el vestido de novia. Aquí, no se dice la verdad ni al médico.
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