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Corazón, corazón

Domingo, 14 de abril 2019, 01:31

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Han recurrido como imagen a la víscera más noble. Corazones coincidentes, de trazos variados, sustituyen o comparten históricos iconos. Aleteos que nimban aurículas, corazones rotundos ... disputando con puños y rosas, otros que esquivan y reemplazan asteriscos sin género preciso, aquellos originales que funden hasta tres identidades territoriales. Los expertos en la cosa se reparten entre quienes lo explican como excusa no pedida: la campaña va a ser dura y está bien empezar apelando a los buenos sentimientos, y los que no ven en ello sino otro sometimiento más a las modas juveniles de las redes sociales. Quizás se trate de apelar directamente al órgano que se reclama en esta campaña, mucho más estético que un rugoso cerebro, mucho más práctico y fácil de estimular que aquel que mueve la razón. La política de masas se hace desde hace un siglo apelando al corazón y al estómago, con estéticas viejas o renovadas; el cerebro no mueve masas (al menos, en la dirección única buscada).

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