Va a ser eso
Mi madre ahora está enfadada con el banco porque le cobra 60 euros cada tres meses. Veinte al mes, no está mal, ¿eh? Me roba, ... dice ella. Yo le digo que se tranquilice. Le digo que no le roban solo a ella, que es a todo el mundo. ¿Qué le voy a decir? Tras los grandes escándalos financieros de las pasadas décadas, las crisis hipotecarias, las suspensiones de pagos y las consiguientes pérdidas de empleos, de viviendas, de bienes y de poder adquisitivo, no nos queda otro remedio que seguir dependiendo de los bancos privados, ¿no es maravilloso? Estamos encadenados a ellos. No podemos escapar. Se me quedó muy grabado aquello que, por aquel entonces, dijo Nassim Taleb: lo único que han conseguido es socializar las pérdidas y privatizar las ganancias.
En fin, todos tenemos una idea preconcebida de los bancos. Es imposible no tenerla. Además, es bastante acertada. Ya solo por el mero hecho de tener que entrar en el banco, a mucha gente le dan palpitaciones. Yo, por ejemplo, les juro que en ninguna parte me he sentido tan sojuzgado, tan obligado a justificarme y a dar explicaciones como en un banco. Solo porque pretendía recuperar parte de mi dinero. Naturalmente, no lo logré. Me tuve que tomar un sedante. Mucha gente se lo toma antes de entrar. Supongo que es mejor. ¿A ti te tratan bien en los bancos? ¿Es posible que los empleados estén muy estresados? Yo no entiendo por qué no existe un banco nacional. Podría existir un banco público que no avasallara a la gente normal. Pero no. Y no entiendo el porqué. Será cosa del sistema. El mundo está gobernado por los poseedores del dinero. Ese es el quid, claro. Y nos tienen pillados. Va a ser eso.
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