El color del dinero
Las vacunas son riqueza para las farmacéuticas y refuerzan la industria turística
El color del dinero lo tiñe todo, y su fuerza ordena partidos y partidarios, bandos y facciones. Así se ha visto en la fulgurante derrota ... de la Superliga, ese episodio de la historia del fútbol notable por las insólitas alianzas nacidas en él. La UEFA, la FIFA, las federaciones, los poderes políticos y los aficionados se han levantado como un muro contra la propuesta. Los incondicionales de los equipos, también llamados hinchas o forofos, argumentaban en contra del dinero, pero el dinero ha ganado la batalla. No había otra posibilidad. Quizás fueron los británicos quienes airearon más su indignación. «Es vergonzoso. Los fans les importamos un bledo. Todo va de dinero y codicia», dijo uno de ellos, Darren Webs, seguidor del Manchester United. La cosa va de dinero y codicia hace ya mucho, pero se temía mucho que estas dos fuerzas complementarias pudieran dar un nuevo paso (de gigante) en la destrucción de otras motivaciones y motivos.
En este mundo cínico y codicioso hay que recordar que, si bien don Dinero sigue siendo poderoso caballero como en el mundo de Quevedo, la pasta, la plata por sí sola no puede hacernos felices, y solo puede hacerlo hasta cierto punto (aunque contribuye bastante, todo hay que decirlo). El lunes, durante el aniversario del bombardeo de Gernika, el alcalde de la villa hizo un llamamiento a las grandes potencias para que se unan en una política común contra la pobreza, que ha vuelto a aumentar en todas partes. «Las víctimas de esta enfermedad (por la covid), las esperanzas y proyectos destruidos son testimonios de la necesidad del apoyo mutuo», afirmó Jose Mari Gorroño.
Hay lugares, barrios, poblaciones donde el color del dinero está muy diluido, tanto que apenas se ve. La pandemia y sus efectos han aumentado las desigualdades entre personas, clases, países, y son los países donde hay más dinero donde hay también más vacunas y más gente vacunada. Estos medicamentos son ya no solo una fuente de riqueza para las compañías farmacéuticas, sino un refuerzo de la industria turística. Cuba ofrece «playas, Caribe, mojitos y vacuna». En Dubai se pueden disfrutar estancias con vacuna anticovid por 50.000 euros aproximadamente, algo así como el doble del sueldo medio bruto en España. La relación entre vacunas y dinero es compleja, inevitable, inquietante y, si continúa perjudicando a las naciones pobres, terminará por perjudicar a todo el mundo, como advierten los epidemiólogos. El llamamiento del alcalde Gorroño se puede aplicar también a esto. Tiene el dinero un gran potencial corrosivo, pero cuando se invierte bien, sienta las bases de la paz, esa paloma que huye cuando no se le da de comer.
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