"A veces no tengo dinero para dar vueltas de cincuenta euros"
Aurel Toma llegó hace doce años a Euskadi, pero ni siquiera se plantea traer a su familia. Trabaja más de diecisiete horas al día, pero cada día que pasa ve cómo sus deudas aumentan: "hago 100 o 120 euros de caja y gasto 200"
mari carmen corrales
Jueves, 3 de septiembre 2015, 18:25
Aurel Toma, de 47 años y natural Rumanía, llegó a Euskadi en 2003 sin papeles y, aunque pareció ser el destino deseado, en 2015 el ... País Vasco se ha convertido en una suerte de cárcel para él. La imposibilidad de convertir su mesón del bilbaíno barrio de Basurto en un establecimiento rentable le impide hacer frente a sus deudas. También regresar a su país.
- Después de doce años Euskadi es ya su hogar, pero, ¿es también el de su familia?
- No, estoy solo. Es muy complicado traerlos si no pueden encontrar trabajo. Mi hija vino seis meses con su marido, pero estaba embarazada y necesitaba ganarse la vida, así que se marchó. Ahora está en Inglaterra y trabaja en un McDonalds.
- Sin embargo, usted sí lo encontró
- Cogí este local hace un año y medio por falta de trabajo, pedí un préstamo y me arriesgué. Pero es imposible tener ganancias, cada día ingreso 100 o 120 euros y gasto 200, y abrir me cuesta entre 4.000 y 6.000 euros mensuales, no puedo pagar. En teoría no puedo tocar la caja hasta fin de mes, pero necesito coger dinero para comprar género. A veces solo tengo cinco euros y si me viene alguien con un billete de cincuenta no le puedo dar las vueltas. Hace años se decía que los extranjeros eran necesarios, pero ahora muchos se marchan endeudados; en la Seguridad Social te dicen que si tu negocio no es rentable que lo dejes, pero así tampoco puedo hacer frente a mis deudas.
- ¿Cómo hace frente a esa situación?
- Me levanto a las cinco de la mañana y me acuesto a las dos o tres, no me puedo permitir contratar a nadie, estoy solo, es muy difícil.
- ¿Ha notado en algo usted la mejora de la economía?
- El Gobierno miente ahora que estamos cerca de las elecciones. Dice que hay menos paro, pero no es verdad; hay mucha gente que no puede pagar a la Seguridad Social y los cuentan como cotizantes.
- Ante esta situación, ¿se ha planteado volver?
- Para replantearme todo y que el propietario recupere lo que le debo solo se me ocurre que me contrate como empleado. Si dejo el local me quedan unos meses de paro de mi anterior trabajo, si no encuentro nada no sé que hacer, saldría del mesón sin un céntimo, no hay manera de volver sin un empleo y con mi edad es difícil que me contrate alguien.
- Usted es el presidente de la asociación Cárpatos, un colectivo que lucha por la integración de los rumanos en Euskadi. ¿Sus paisanos se encuentran en la misma situación?
- La asociación la tengo un poco abandonada por las circunstancias que estoy viviendo. Pero sé que hay mucha gente en mi situación y muchas personas que han venido y en uno o dos meses se han vuelto. También las hay que no pueden volver. Antes me pedían que les ayudase a encontrar un trabajo y podía porque había demanda, ahora es imposible.
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