¿Puedo llevar a mi perro de copiloto en el coche? La DGT lo aclara
Los perros y gatos, o cualquier otra mascota, se han convertido en uno más de la familia. Mucas personas viajan con ellas. ¿Cómo hacerlo? Lo primero a tener en cuenta es que se deben llevar de forma segura, como por ejemplo, en la parte trasera del coche o en un transportín.
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Pero, ¿se puede viajar con el perro en el suelo del habitáculo del copiloto del coche? Sí, pero con matices. Aquí lo explicamos. La Dirección General de Tráfico sostiene que el transporte de mascotas debe hacerse en «habitáculos adaptados especialmente para ellos» y que «no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos».
No obstante, el Código de Circulación también abre la posibilidad de que un animal «viaje en el mismo espacio que su responsable, sin perjuicio de lo dispuesto en la normativa de seguridad vial». De hecho, en el artículo 18 que regula cómo ha de ir un bulto dentro del vehículo se habla de forma específica de los animales, que han de ir sujetos de tal manera que «no interfieran con el conductor».
Un perro de pequeño tamaño sí podría viajar en el habitáculo del copiloto de un coche, siempre y cuando el animal sea tranquilo y no vaya a entorpecer la conducción. Además, «hoy en día no existe una normativa que prohíba que un animal viaje en cualquiera de las plazas de un vehículo», explica Rafael F. Villalba, uno de los mejores divulgadores en Educación Vial.
La DGT destaca que un perro suelto en la parte trasera multiplica los peligros, ya que saldría despedido pudiendo dañarse él o al resto de pasajeros, por lo que además del separador es aconsejable utilizar sistemas de retención para mascotas. Un perro de 20 kilos multiplica su peso por 35 circulando a 50 kilómetros por hora y pasaría a pesar 700 kilos en caso de colisión o accidente. Por eso, la DGT insiste en que hay que utilizar siempre un sistema de sujeción adecuado.
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