Estos asistentes serán obligatorios en los coches nuevos el año que viene

Estás aparcando marcha atrás y algo se cruza detrás del coche sin que puedas verlo. Elige tú. Un perro, una bicicleta, un peatón distraído, un cochecito de bebé… Pero en los retrovisores no aparece. El año que viene, para los coches nuevos, el final de la historia será otro.

El coche debería detenerse solo. Es una de las ventajas de las cámaras de visión trasera más completas. Y no es nada de la ciencia ficción. Los coches de gama alta hace tiempo que equipan este tipo de asistentes a la conducción. En realidad, la única novedad es que desde 2022 los coches nuevos que se fabriquen en la UE tienen que incorporarlas por ley.

No es la única novedad. En 2022, serán dos los asistentes que comenzarán a montarse en las líneas de producción. Son los primeros del programa Visión Cero con el que la Unión Europea quiere poner la tecnología al servicio de la seguridad y evitar, según los cálculos comunitarios, 25.000 muertes y 140.000 atropellos en los próximos 18 años.

Uno de los aspectos en el que más se va a incidir para lograr ese objetivo es el control de velocidad. Está probado que el exceso de velocidad es la principal causa de accidentes. Si se hace imposible que una conductor supere los límites, la ecuación asegura que se estaría salvando vidas. Ahí es donde entran en juego los asistentes de velocidad inteligentes, que son iguales a los actuales controladores de crucero, pero conectados a un identificador de señales que regula de manera automática la velocidad máxima. Es decir, una maquinita que impide a todos los coches correr de más por un despiste.

Lógicamente, el limitador se puede desconectar. Sería muy peligroso no poder hacerlo en una maniobra de emergencia. No obstante, acaba de un plumazo con la vieja excusa de 'agente, es que no me he dado cuenta de cuál era la velocidad máxima».

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