Un Mirandés más práctico y menos vistoso

Ha ganado en solidez y ha perdido en vistosidad y frescura. Le llegan menos al área y, asimismo, produce menos en ataque en estas últimas citas. Dada su actual situación clasificatoria, en descenso aunque tras estos marcadores y las derrotas de los adversarios directos se sitúa a solo un punto de la zona de permanencia, es indudable que lo prioritario, ahora, es ganar, no descolgarse de la salvación y añadir puntos al casillero.

Si algo le ha faltado a este Mirandés, al margen de otras consideraciones que se quieran añadir, es que no ha sabido competir en los momentos claves de los encuentros. Prueba de ellos son los puntos que ha perdido en instantes decisivos. Hasta cinco.

El conjunto de Etxeberria no jugó bonito en Lugo. Fue un encuentro, para el espectador, malo de solemnidad por parte de los dos conjuntos (con un fútbol muy básico del oponente), pero al menos mantuvo la portería a cero. Generó menos llegadas y fueron menos diáfanas (a excepción de una ocasión, clara, de Parra y otra similar de Serrano), si bien es cierto que tampoco sufrió excesivos apuros, salvo el gol anulado a los locales por clara mano previa de Clavería.

Ocurrió algo parecido este pasado miércoles por la noche, principalmente tras una primera parte muy floja. Para olvidar, porque no se pudo destacar nada. Lo positivo fue que permaneció imbatido en ese periodo, ya que el rival tampoco creó peligro. En la segunda mitad mejoró, dio un paso hacia delante, los cambios aportaron, en especial Gelabert sin pasar por alto la veteranía de Manu García en los instantes finales, y tras un solitario y magnífico gol del palentino, los de Etxeberria lograron el segundo triunfo del curso.

Y por segundo partido consecutivo sin recibir gol del contrario. Ha dejado en dos ocasiones seguidas la puerta a cero, las mismas que en las doce jornadas anteriores, cuando solo pudo acabar sin encajar ante Eibar (0-0) y Zaragoza (2-0). Le da rédito al elgoibarrés la defensa de cinco.

El reto es alcanzar el equilibrio. Es el objetivo deseado por todos los técnicos. Ser sólidos y atacar mucho y bien. Una combinación complicada de cumplir. A punto estuvo de lograrlo en la primera cita con el nuevo dibujo frente al Huesca. Desperdició numerosas ocasiones en el primer tiempo, se adelantó en el marcador, perdonó en exceso y el adversario le endosó el empate en la última jugada del choque. Es el único tanto que registra en contra en los últimos 270 minutos.

Para lo que estaba acostumbrado a soportar el Mirandés en tareas defensivas, son números muy positivos, que bien podrían haber sido todavía mejores si no falla la concentración ante los oscenses en la acción que dio paso al final del duelo.

Tal es así que Huesca, Lugo y Tenerife solo le han disparado, en total, en cinco ocasiones. Un bagaje muy escaso si se tiene en cuenta que semanas atrás, los rojillos llegaron a ser el bloque más goleado de la categoría. Ibiza, Villarreal B y Ponferradina presentan un peor balance ya gracias a la solvencia defensiva que ha ganado un bloque al que eso sí, ahora, le cuesta generar más juego y aproximaciones.

«Con la línea de cuatro hemos hecho muy buenos partidos, pero de sensaciones no se vive», remarcaba el inquilino del banquillo mirandesista nada más concluir el envite ante el Tenerife. «A nivel de juego, futbolístico, de crear tú, de llevar el peso del partido, ha habido encuentros más completos que no hemos ganado pero, claro, aquí hay que ganar. Ahora estamos todos muy contentos porque ganamos, encima fue con la portería a cero y con un partido muy inteligente».

Y es que a juicio del entrenador, «el equipo tiene juego, pero necesitamos competir y hacerlo sobre todo en las fases decisivas de los partidos. El bloque ha dado ese paso ante el Tenerife y tenemos que seguir así».

Tres partidos seguidos sin perder, en dos no ha encajado y cinco puntos contabilizados de nueve posibles tras dos igualadas y un triunfo. Los números le dan la razón. «Decidimos cambiar el dibujo para cambiar la dinámica y estar más protegidos en fase defensiva (también para contrarrestar las transiciones del contrario, que hacían mucho daño), pero queremos seguir con la misma idea de juego al tener jugadores con talento y dinámicos. Buscamos ritmos altos y esa seguridad defensiva nos da ese punto de ser ahora más competitivos», sostiene el preparador guipuzcoano.

Acabó contento el compromiso frente al cuadro chicharrero «por los jugadores, que han revertido la situación del primer tiempo en el segundo; en Lugo pasó algo parecido y esto nos puede dar ese punto de madurez que necesitamos». Ahora suma puntos creando menos ocasiones y con un juego no tan trenzado.

5disparos a la portería, entre los tres palos, ha recibido 'solo' el Mirandés con el nuevo sistema desde que Etxeberria lo puso en marcha hace tres jornadas. Le llegan menos, aunque también es cierto que genera menos peligro en el área rival. Encontrar el equilibrio es el reto.