El pregón se traslada al viernes y en el futuro se pondrán trenes para atraer gente de fuera

Buscar otro emplazamiento al festival de la morcilla o reducir el protocolo institucional son otras de las propuestas que baraja la actual Cofradía, que quiere ceder todo el protagonismo a las cuadrillas y que tiene en mente más actuaciones que en su opinión pueden revitalizar las fiestas sin perder la esencia de las mismas, aunque la mayoría deberán esperar para ver la luz porque esta edición sería demasiado precipitado. En la lista de tareas a medio plazo de la Cofradía, durante los cuatro años de mandato, está dar una vuelta de tuerca al desfile y pensar en cómo atraer visitantes.

«San Juan es de los mirandeses y para los mirandeses, pero tenemos que lograr que también venga gente de fuera a conocer la fiesta y la ciudad porque eso daría un impulso», afirma Davalillo, quién considera que hay que adoptar medidas para compensar la cada vez más numerosa fuga de ciudadanos que aprovechan los días festivos para tomarse unas vacaciones.

Para conseguir fama fuera de las fronteras locales no basta con la declaración de Interés Turístico Nacional. Es necesario impulsar una campaña de promoción en las localidades del entorno y facilitar los desplazamientos.

Por la premura con la que se están organizando las fiestas este año ya no da tiempo, pero el próximo año se buscará el apoyo de Renfe y Diputación para fletar autobuses y trenes desde Burgos, Vitoria o Logroño. Esa oferta de transporte hay que acompañarla con otros incentivos.

«Por ejemplo se puede estudiar la posibilidad de organizar un buen concierto», adelanta el presidente de la Cofradía, quien tiene claro que Miranda no cuenta actualmente con una oferta hotelera suficiente para hacer frente a una hipotética masificación de las fiestas.

Si se pretende acercar a 2.000 o 3.000 personas, cifra ambiciosa que apuntan desde el sector de la hostelería y que la Cofradía no ve imposible conseguir con el tiempo si se realiza una buena labor de promoción, hace falta buscar alternativas de alojamiento. En la cabeza de Davalillo ya rondan algunas ideas, como una zona de acampada, similar a la que habilitan los grandes festivales.

La Cofradía es el colectivo de la ciudad más numeroso y Davalillo cree que su influencia no puede limitarse a los tres días de las fiestas. Ese debe ser su principal labor, pero a lo largo del año puede impulsar otros eventos que permitan mejorar la oferta cultural de Miranda y que generen sinergias de las que salgan beneficiados distintos sectores, como el pequeño comercio.

Conciertos, ferias, catas de vino, torneos deportivos... el abanico de actividades que la Cofradía podría organizar repartidas por el calendario, en colaboración con otras asociaciones locales, es muy amplio.