La marcha del director del polideportivo acentúa la falta de personal de Anduva

Una situación que no es nueva, ya que pasaron muchos meses entre la jubilación a finales de enero de 2021 del anterior responsable y la llegada de quien ahora se va, que accedió al puesto tras quedar primero en el listado de candidatos que se generó mediante una bolsa de empleo. Fórmula que se planteó como provisional, para cubrir un puesto que se consideraba imprescindible de cara a la gestión del día a día de las instalaciones deportivas, mientras se convocaba una OPE que aún no ha salido, pese a que la plaza figura en el listado de la oferta de empleo municipal vinculada a 2021.

La vacante se tardó año y medio en cubrir de manera provisional y en el año que ha pasado Fernández en el puesto tampoco se ha publicado la convocatoria de un plaza de funcionario de nivel A1 y pensada para un licenciado o graduado en Actividad Física y Deporte. Requisito, además de años de experiencia contrastada tanto de docente como de entrenador, sin obviar su faceta de deportista en el mundo del atletismo, que cumple Fernández.

Su salida coincide además con un momento de máxima actividad en las instalaciones deportivas, a la que se está haciendo frente sin aumentar los efectivos. Una situación que en las últimas semanas han venido denunciando trabajadores municipales del polideportivo, así como los representantes sindicales, que confiaban en que, tal y como se les había comunicado, se iba a contratar personal de refuerzo a través de una bolsa de empleo que se había creado y que, al menos, iba a servir para cubrir las vacaciones de la plantilla habitual. Pero no ha sido así.

«No hay gente. Otros años, en la temporada estival, a través de las convocatorias de ayudas del Ecyl se contrataban entre 9 y 12 personas para el polideportivo; pero este año no se ha incorporado a nadie», lamentaban responsables sindicales; que temen que se produzca en las próximas semanas «una paralización global de las instalaciones; y no por dejadez de los que están, sino porque no hay gente».

En los mejores días aseguran que hay tres personas por turno y ese número resulta más que insuficiente cuando tienes que tener a una en la taquilla de la piscina cubierta, para la venta de entradas; y, a otra, en el control de accesos de las instalaciones de verano.

Queda, por tanto, sólo otra para atender todas las necesidades del polideportivo, ya sean tareas tan sencillas, pero necesarias, como abrir pabellones y cerrarlos, atender cualquier tarea de mantenimiento o, incluso, controlar que el nivel de cloro del agua de las piscinas está en niveles óptimos.

Si ya la carga de trabajo es elevada cuando están cuatro operarios por turno y no tienen que incluir la zona estival, ahora resulta inasumible hacerlo todo con un trabajador menos por grupo teniendo que atender «el doble» de tareas. De ahí que, otros años, los turnos se reforzaran con personal eventual hasta formar equipos con seis efectivos.

Especialmente preocupante consideran la situación de primera hora de la mañana, ya que son muchos los niños que llegan al polideportivo a las nueve de la mañana para participar en las actividades de distintos campus de verano; y los fines de semana, días que centenares de mirandeses aprovechan para pasar el día en las piscinas.

«Hace dos semanas, un sábado por la tarde, dos personas se tuvieron que hacer cargo de atender la zona de verano y el desarrollo de una competición deportiva que reunió a más de 1.500 personas», recordaban.