Las empresas mirandeses se fijan en la compra agrupada de energía para mitigar la subida

Esa necesidad de reducir el importe a pagar es el que ha llevado en las últimas semanas a una docena de empresas mirandesas a inscribirse de cara a la próxima adquisición energética que se realizará antes del 31 de diciembre y que fijará el coste para 2022. Son ya 40 las de la provincia, incluidas las de Miranda, que forman parte de ese listado de nuevas interesadas en sumarse a un modelo al que en este ejercicio se adscribieron 110 entidades de Burgos, entre las que figuran unas 40 de la ciudad.

Todas ellas se están 'beneficiando' de un contrato cerrado a precio fijo, en vigor hasta finales de año, y que respecto al coste medio que abonaban con anterioridad les está suponiendo un ahorro del 20% en la parte de la factura referida al consumo.

De ahí que Gustavo Sánchez, responsable de la oficina técnica y de eficiencia energética de FAE Burgos, anime a todas las empresas de la ciudad, independientemente de su tamaño, a ponerse en contacto con ellos de cara al otoño, para que se les avise cuando se abra un ventana de tiempo para que todas las firmas interesadas en sumarse a la compra agrupada para 2022 puedan inscribirse y presentar la documentación que se les requiera: su compromiso de adhesión, su última factura.... «Cuanto más sube el precio de la energía el empresario más consciencia adquiere de que supone un coste muy elevado para él y que, por tanto, tiene que planificarlo».

Y hacer un contrato con una compra agrupada, como propone FAE Burgos, lo que implica es que «vas a tener un precio fijo muy competitivo durante doce meses seguidos y, a veces, hasta 18. Te blinda tu cálculo económico y tus resultados en la parte de la energía. Ya sabes cuántos kilovatios hora vas a consumir y lo traduces a euros muy fácilmente», detalló.

Convencidos de las ventajas del modelo, en la federación durante todo el año mantienen abierta una hoja de datos para cualquiera que se quiera apuntar de cara llamarle en el momento en el que abre la compra de energía. De momento, no está definido cuándo se hará en esta ocasión porque «no sabemos cómo va a ser la evolución del precio de la energía. Predecimos unos costes bastante elevados todavía en agosto y septiembre y no sabemos a día de hoy si va a bajar en octubre o noviembre», explicó el responsable de la oficina de eficiencia energética.

Además, hay que tener en cuenta que organizar la compra para más de mil empresas de distintas provincias (las que participaron en la de 2021) les cuesta a las asociaciones implicadas unas dos semanas de gestiones.

Pero esta forma de 'contratación' no es la única herramienta que los empresarios tienen en sus manos para tratar de reducir el impacto energético en su actividad. Además del conocimiento detallado de las tarifas, que FAE Burgos considera fundamental, aunque «no son nada fáciles de entender», para encajarlo con las pautas de consumo de cada uno; también recuerdan que se puede cambiar sin coste alguno hasta dos veces en un año la potencia contratada.

A partir de ahí, si es posible, habría que adecuar los consumos cada mes, vinculando la actividad a horas valle; o implementar sistemas de monitorización y análisis de consumo. A optimizar medios y recursos puede ayudar una auditoría energética, opción que sí que tienen muy presente grandes empresas pero no tanto las Pymes, a las que también puede resultar muy útil.

De manera paralela, FAE Burgos está trabajando también en el desarrollo de comunidades energéticas, pero «la regulación todavía no se ha publicado por parte del Ministerio». Cuando se autoricen, con ellas, lo que pretenden conseguir es que 4 ó 6 empresarios puedan crear un consorcio para que uno de ellos cree una instalación de energía renovable y luego comparta la producción energética con el resto.

De momentos, responsables de FAE ya han mantenido jornadas informativas con Capital Energy y con Iberdrola Investigación para abordar esa opción de futuro.