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Una ruta por Zeberio y sus ermitas
El municipio de la comarca del Gorbea oculta templos, prados y bosques que se pueden recorrer en un paseo montañero
iratxe lópez
Jueves, 24 de octubre 2019
Alcanzar los premios requiere siempre cierto esfuerzo. El consejo sirve para casi todo en la vida, incluida la montaña y la búsqueda de nuevos paisajes. Zeberio ofrece parajes incomparables en los que perderse, como los de la ruta circular PR-BI-11, que parte de Zubialde y pasa por Mandoia, Argiñao y Ermitabarri. El camino requiere empeño, así que absténganse vagos, aunque la recompensa lo vale. El senderista ha de partir desde la plaza Zubialde, frente al ayuntamiento. Cruzará la carretera para iniciar la subida a los barrios de Barbatxao y Ereñotza.
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Zeberio (Bizkaia)
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Características del paseo Distancia: 18,5 km. Duración: 5 horas. Dificultad: Alta
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Mapa de la ruta www.gorbeiaeuskadi.com/ruta-zeberio-pr-bi-11
Tras dejar atrás el de Barbatxao, un pequeño desvío accede a la ermita de Santomaszarra y continúa por el camino asfaltado hasta Ereñotza, donde es hora de emular a los vecinos de antaño tomando la ruta al viejo 'elizbide' (camino de la iglesia) para alcanzar la ermita de Andra Mari. Es un templo hermoso, integrado en un entorno aislado y montañoso de gran atractivo situado en un leve promontorio de Zeberiogane. La panorámica sobre el valle y el Parque Natural de Gorbeia adelanta las preciosas vistas que encontraremos durante el recorrido.
Disfrutadas las vistas, el paseo regresa a la carretera hasta topar con el cercano barrio de Ametzola, donde acaba el asfalto y comienza una pista que avanza en dirección a las montañas protectoras de este entorno, Mandoia, Upo, Artanda... Prominentes, vigilan el paso de aquellos que ahora pisan los senderos que antaño utilizaban arrieros y mercaderes. Nos aguarda una subida dulce de unos quince minutos para acceder a Irumugarrieta, una cuesta que asciende a nuestro próximo destino. No mires al suelo, come con los ojos las vistas del valle de Zeberio que acompañan el ascenso. Una fuerte pendiente, agria en este caso, llega hasta la cima de la montaña, sobre los 637 metros, que parece abrirse como un balcón al mundo, a los parques de Urkiola y Gorbeia y a los valles de Arratia e Ibaizabal.
Hay que elegir un estrecho sendero para volver a la pista que baja, una pausa en el esfuerzo que se puede aprovechar para alcanzar el barrio de Etxazo, donde aguarda la ermita de San Esteban y se puede descansar un rato si hace falta. Tras ello hay que partir hacia Orbetzu, pasando por el barrio de Gorositu. Allí, junto al primer caserío, cogemos el camino de la derecha hacia la ermita de San Antonio, en Barañao. El templo cuenta con una curiosa ventana, más antigua que la propia ermita… misterios de la historia.
Descenso desde Barañao hasta la ribera del Ibarrondo y ascenso aguas arriba hasta el barrio que luce ese nombre. Tras cruzarlo, sigue subiendo hasta que la pista, bordeada la cuenca, baje de nuevo. Una señal junto al abandonado caserío de Apalagabekoa marca la senda hacia la ermita de San Adrián de Argiñao. Nueva curiosidad sobre ventanas: aseguran algunos historiadores que estas piezas fabricadas en una única pieza de piedra podrían datar del siglo XI.
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Viejos caminos
Después de haber regresado al camino que lleva a Argiñao, es hora de descender a través de pistas y viejas sendas a la ribera del río Ibarrondo. Sigue el trazado del Camino Real para acercarte al barrio de Ermitabarri, pasando por el de Isasi. Deberás fijarte, esta vez sí, en el suelo, para descubrir partes del antiguo empedrado, visibles aún en algunos tramos. Es el momento de detenerse en la iglesia gótico-renacentista de Santo Tomás de Olabarrieta, uno de los ejemplos más brillantes de la arquitectura vizcaína del siglo XVI. Y recordar que en su pórtico se bendecían los rebaños que en época estival se trasladaban a los pastos del Gorbea.
Precisamente desde Ermitabarri parte una variante de aquella vía de trashumancia, la PR-BI 11.1, por si apetece seguirla en otro momento. Ahora un pequeño sendero regresa a Zubibarri a través de robledales, pinares, bosques mixtos y arroyos. Hasta que la presencia del río Zeberio pone punto final a la marcha.
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Encanto rural
Zeberio descansa en el valle de idéntico nombre, dentro de la comarca de Arratia. Funde entre sus confines guiños a un pasado y presente rural con el impresionante despliegue de naturaleza. Protegido en las faldas del Parque Natural de Gorbeia, su cercanía a Bilbao (20 kilómetros) le convierten en emplazamiento idóneo para olvidarse de la prisa urbana y disfrutar con la tranquilidad del campo. Diversos barrios salpican su territorio, con Zubialde como centro para los vecinos. Pequeños núcleos asentados sobre campas y montes, vecinos de bosques y cumbres que aguardan la llegada del visitante.
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