Los rescates de montaña en Bizkaia se triplican tras acabar el confinamiento

Mientras que en los primeros meses del año superaron por poco la veintena de actuaciones, agosto ha terminado con 71, a más de dos actuaciones por jornada. El histórico que maneja el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco recoge 51 rescates en mayo, 41 en junio y 66 en julio. El perfil del que solicita auxilio es una persona de entre 20 y 59 años que, a pesar de lo que se puede creer, no son montañeros, sino que estaban realizando senderismo y que sufrieron percances como caídas. En el caso de las búsquedas, la edad se eleva por encima de los 65 años.

Durante los meses del encierro la actividad lógicamente cayó a cifras insignificantes. Apenas once intervenciones, cuatro rescates en Bizkaia y siete entotal en Euskadi entre marzo y abril. Pero desde entonces los números han crecido a toda velocidad. En lo que va de año los servicios de emergencias han realizado 285 actuaciones, 230 desde mayo. Y de ellos, en los montes vizcaínos se han efectuado 121 rescates y 9 búsquedas.

Es lógico que sea en el verano cuando más salidas se efectúan, sucede todos los años, pero en 2020 las cifras están siendo más altas a pesar de los dos meses de encierro. Un ejemplo de ello es que en el primer trimestre del año se duplicaron las intervenciones en comparación con el primer semestre de 2019. Entonces tan solo en Bizkaia los agentes acudieron a las cimas hasta en 51 ocasiones y este año se han anotado 121 salidas hasta agosto.

El Parque Natural del Gorbea e Itxina, una zona muy transitada por los mendizales, pero que también se ha popularizado en los últimos tiempos entre personas menos profesionales, es el lugar desde el que se realizan la mayoría de las llamadas de auxilio. Desde el Ayuntamiento de Orozko y la oficina de turismo del municipio advierten del respeto que se debe tener, sobre todo cuando las condiciones meteorológicas no son las adecuadas o entra en el paraje la niebla. La Unidad de Rescate de la Ertzaintza recuerda que al tratarse de un biotopo protegido «no existen sendas oficiales señalizadas y debido también a su orografía resulta fácil desorientarse y perderse. Los excursionistas deben, por tanto, actuar con cautela y preparar con antelación bien las rutas».

Tampoco están ajenas a incidentes otras zonas escarpadas y abruptas cercanas a núcleos poblados como el cresterío del Anboto y el Pagasarri en Bizkaia, y el Aizkorri y la Sierra de Aralar en Gipuzkoa.

Con estos datos encima de la mesa, desde el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco insisten en extremar la precaución. Recuerdan que las recomendaciones son claras y simples. Antes de dirigirnos al destino, informar a nuestros allegados del itinerario que vamos a seguir. En la medida de lo posible ir acompañado y si no, siempre hay que portar un móvil en el que se haya descargado la aplicación gratuita de SOS Deiak. Igual de elemental es haber estado pendiente del tiempo que va hacer. Si las condiciones se complican y aparece la dichosa niebla, insisten desde la Ertzaintza, siempre hay que quedarse «en un sitio seguro hasta que desaparezca». Y si las cosas se ponen feas, contactar de inmediato con el 112.