Un escaparate al montañismo vasco

Una exposición repartida en tiendas del Casco Viejo de Bilbao repasa la historia de nuestro alpinismo desde sus primeros pasos en el Pagasarri hasta los éxitos en los ochomiles

Miércoles, 15 de diciembre 2021, 01:53

La historia del montañismo vasco a vista de escaparate. Esta es la sugestiva propuesta que hace EMMOA, Fundación del Museo del Montañismo Vasco, en el Casco Viejo de Bilbao hasta el próximo día 17. Aprovechando que los establecimientos están cerrados al público, siete escaparates de las bilbaínas Siete Calles ofrecen al paseante los principales hitos de la historia del montañismo vasco. Se exponen a través de 20 paneles explicativos expresamente confeccionados y distintos materiales de alto valor simbólico, donados a la Fundación EMMOA por destacados montañeros o por sus familias.

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Uno de los grandes valores de Mendian Gora, nombre de la exposición, cuyo comisario es Txomin Uriarte, uno de los artífices de EMMOA, es que está acompañada en todos los casos de materiales originales auténticos. Así, se puede ver la clavija con la que se realizó la primera escalada en 1924 (al Pico del Fraile), la ikurriña que fotografió Martin Zabaleta en la cima del Everest en 1980, o el material que usan hoy en día los hermanos Pou en sus escaladas mundiales o los corredores de trail en sus éxitos internacionales. También destacan varios maniquíes vestidos con la ropa montañera y alpina de cada época, en los que se aprecia la gran evolución que ha vivido en material de montaña en las última décadas.

La exposición se puede ver en siete escaparates repartidos por el Casco Viejo:

Cruz 11

Somera 17

Artecalle 18

Belosticalle 6

Belosticalle 7

Lotería 3

Víctor 4

El objetivo de la exposición es que los visitantes recorran el circuito completo, de forma que puedan visualizar en orden cronológico los hitos de nuestro montañismo (y de paso, se paseen por el Casco Viejo). A tal efecto, en cada escaparate se han dispuesto flechas que indican la localización del anterior escaparate y del siguiente, como cualquiera de los senderos balizados en nuestros montes. Los montañeros más recalcitrantes pueden incluso descargarse un track para, gps en mano, seguir el recorrido como si de una ruta montañera se tratara. Además, los paneles incluyen códigos QR que permiten profundizar con más detalle en las historias que esconde cada objeto expuesto.

La exposición está pensada para llegar al público en general, no solo al montañero, y hacerle de llegar de forma amena y didáctica una parte de la historia del montañismo vasco, que lo es del propio País Vasco y Navarra. Busca también animar las calles y la vida comercial del Casco Viejo ya que es una gran exposición que se disfruta desde el exterior y que debido a sus singular configuración evita masificaciones y cumple las medidas de sanidad necesarias ante la pandemia que sufrimos.

Esta exposición ya se ha celebrado en Vitoria-Gasteiz y recorrerá otras localidades de Euskal Herria en próximas fechas. El objetivo es llevar a todos los rincones el testimonio de lo que ha sido y es nuestro montañismo y sus valores. En la capital alavesa se celebró justo hace un año y cosechó tal éxito que la delegación en Álava del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro le otorgó el Premio Olaguíbel 2020. La entidad valoró el esfuerzo de dotar de un uso transitorio a los espacios desiertos del centro de la ciudad con un contenido de calidad y el objetivo de revitalizar la ciudad.

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Además de la exposición Mendian Gora en el Casco Viejo bilbaíno, EMMOA organiza estos días otra muestra en la capital vizcaína. La agencia de viajes Pangea, en la plaza de Indautxu, acoge la llamada 'Bizkaitarrak goiko mugetan/ Vizcaínos en las alturas'. Consta de 14 paneles en los que se repasan las memorias del montañismo vizcaíno, desde sus orígenes, impulsado por el Club Deportivo de Bilbao, hasta sus actuales referentes. Esta exposición ha tenido dos conferencias que ha permitido reunir a ilustres representantes del montabñismo vizcaíno: 'La saga de los Régil', dedicada a la familia precursora del esquí de montaña de Bizkaia y 'La expedición al Tirich Mir en 1976', que marcó el inicio de las expedicioens a las grandes montañas del mundo de los alpinistas vizcaínos.

La memoria del montañismo vasco

EMMOA (Fundación Museo del Montañismo Vasco - Euskal Mendizaletasunaren Museoa Fundazioa) nació hace cuatro años ante el riesgo que corre el patrimonio -material e histórico- del montañismo vasco y de la relevancia social que tiene el deporte alpino en Euskal Herria. Ante esa evidencia, un colectivo de montañeros, con el aval de la Federación Vasca de Montaña y la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada, promovió su creación con el objetivo de coleccionar, conservar, divulgar y exhibir los testimonios materiales representativos del desarrollo de nuestro montañismo.

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Esta auténtica memoria del montañismo vasco promueve la difusión del conocimiento de su historia a través de conferencias, proyecciones o exhibiciones temporales de sus fondos documentales. Su tarea diaria consiste en la recopilación, clasificación y archivo de fondos bibliográficos y de materiales usados por montañeros en las expediciones más importantes a lo largo de una historia de más de 100 años.

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