El Pontevedra endurece más el camino
El equipo blanquinegro luchará por el ascenso ante un rival que perdió el pase directo frente al Mensajero y se rehizo ante el Manzanares
roberto rivera
Martes, 16 de junio 2015, 13:03
El Haro se empeña en afrontar el ascenso a Segunda B por la cara más dura. Recurrió a la heróica para deshacerse, después de dos prórrogas agónicas resueltas con una impecable actuación en las tandas de penaltis, del Caudal en Mieres y del Castellón a orillas del Mediterráneo. Y ahora fija su objetivo en el Noroeste del país para cruzarse en la última eliminatoria al Pontevedra, un rival que David Ochoa define por la vía rápida. «Es un histórico, otro buen equipo que tiene dos buenos delanteros y que desarrolla un juego muy directo».
Nada que preocupe demasiado al técnico jarrero, a estas alturas de la película. «Es fútbol y habrá que pelearlo. Llegados hasta aquí», se reafirma el máximo responsable del conjunto blanquinegro reiterando el discurso expuesto al cierre de la ida ante los de La Plana, «no tenemos nada que perder y sí mucho que ganar». Ése es el mensaje.
El que subyace y no hace explícito, porque anida en el vestuario de El Mazo, es su firme decisión de plantar cara a otro de los cocos de Tercera, consciente de que lograr un resultado positivo en el partido de ida situaría a su equipo a un paso de la gloria. Los antecedentes no han hecho sino demostrarlo a lo largo de estas cuatro apasionantes semanas. El Haro ha ganado, desde la llegada de Ochoa al banco, orden, capacidad de adaptación al medio, recursos tácticos y estratégicos e, indudablemente, carácter, fe en si mismo.
Necesitará de todo ello. El equipo que dirige Luisito se demuestra, en palabras de Ochoa, un bloque «con jugadores para elaborar» que prefiere, no obstante, llegar al marco rival por la vía rápida, buscando la salida por fuera, y que cuenta con dos referentes ofensivos de una gran calidad, Carnero y Jorge Rodríguez, autores de una treintena de goles a lo largo de la presente temporada, una veintena con la firma del primero. Adrián, su principal relevo, trata de recuperarse de los problemas musculares que arrastra y confía en estar en la ida que, baraja la dirección del cuadro riojano, podría disputarse este próximo sábado en el municipal jarrero.
No son los únicos referentes del equipo gallego. Llama la atención en la banda izquierda de la medular la presencia de Jacobo, un interior con enorme proyección ofensiva que refuerza el ataque del Pontevedra, avalado por los sesenta y cinco goles que ha anotado en liga regular, frente a los veinticinco encajados para encadenar, en el primero grupo de Tercera, veinticuatro victorias, siete empates y otras tantas derrotas. Y, aunque su trabajo resulta más sordo y en ocasiones parece pasar desapercibido, sobre el círculo central se erige en pieza clave del esquema granate Kevin Presa, un canterano que se distingue por la rapidez con que se mueve para anticiparse al rival y recuperar la bola, y al mismo tiempo la capacidad que exhibe para oxigenar al equipo ofreciéndose como apoyo en los movimientos de grupo. Su perfil se ajusta, en fin, al de Busquets. Es su referente.
Tan pendiente de su rival está el Haro como de sus hombres. La acumulación de tarjetas deja fuera del primer envite a Aimar, David Antón y Txutxi. Y lesiones de diversa naturaleza y consideración convierten en dudas a tres jugadores más: desde Unai en el ataque hasta Dani Palacios y Óscar en defensa.