Una tarde a 34 grados con medio centenar de atenciones
Los más de 30 grados que registraba Vitoria desde primera hora de la tarde provocaron que la plaza de la Virgen Blanca se convirtiera en un hervidero durante los prolegómenos y la propia Bajada de Celedón. Porque si los termómetros llegaron a marcar una máxima de 34 grados, a pie de calle, y sobre todo con las zapatillas apoyadas sobre el recalentado embaldosado de la plaza, la sensación térmica era de estar cociéndose por mucho que el kalimotxo corriese a espuertas.
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El dispositivo médico que Cruz Roja y SOS Deiak pusieron en marcha de manera conjunta en varios puntos estratégicos hubo de atender, por encima de todo, a personas afectadas por golpes de calor. Por momentos, las camillas estaban a rebosar de pacientes que de repente se habían sentido indispuestos después de haber permanecido expuestos sin protección suficiente a las altas temperaturas.
El operativo que se ocupó de la bajada atendió a medio centenar de personas y la inmensa mayoría de ellas, más de cuarenta, se presentaron en los puntos médicos con claros síntomas de estar sufriendo un síncope por culpa del calor, con desmayos y pérdidas momentáneas de consciencia. Casi todos se recuperaron con celeridad gracias a los cuidados que les prestaron en primera instancia, pero tres casos tuvieron que ser derivados al hospital.
Además de los típicos golpes, heridas y contusiones que se producen en este tipo de acumulaciones masivas de gente y que el operativo especial tuvo que atender –dos personas fueron trasladadas a Urgencias al presentar dolores muy fuertes–, en esta ocasión apenas se registraron incidentes derivados del consumo excesivo de alcohol. Solo una persona hubo de ser hospitalizada ayer por la tarde a causa de una intoxicación etílica.
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