¿Cómo pasar un día de fiesta con 60 euros?
Todo un embajador de La BlancaTour festivo. ·
El presupuesto da para dos espectáculos: el paseíllo (gratis) y una obra de teatro. Y además, bocatas y cañasTodo salió a pedir de boca. Le pongo en contexto. Es domingo por la tarde, en plena Bajada de Celedón, y en el móvil recibe ... un Whatsapp. «Esa fiesta es una pasada. ¿El lunes podríamos ir a Vitoria y disfrutarlas contigo?». Los que escriben son dos amigos de Getxo. Claro, ahora cómo les explica uno que le toca trabajar, vivir La Blanca desde el otro lado del burladero. Y es aquí cuando la patrona obró un milagro.
La tarea que le encomendaron ayer a este periodista no fue otra que vivir desde dentro un día de las fiestas. Eso sí, en la cartera contaría con 60 euros. En eso consistía el reto, ver hasta qué punto se puede exprimir esa cantidad. No es que sea la paga extra del verano, pero lo cierto es que tras sacar la calculadora el 'botín' es más suculento de lo que parece. Así que uno se propuso actuar como embajador de La Blanca e invitarles a todo.
El bautizo no fue otro que meterles de lleno en el paseíllo, un ambiente mágico que, siendo realistas, a la limitada cartera no le hace ningún estrago. «¿Y esto lo hacen todos los días? Esta fiesta la deberíais exportar, es increíble», confesaron. Vamos, que apunta a que se quedarán lo que resta de semana.
Este periodista invita a dos amigos de Getxo a vivir las fiestas desde dentro y no se arruina
Sin tiempo para reposar lo vivido, al rebufo del 'coche escoba' enfilamos la calle San Prudencio. Dentro del amplio abanico de actividades culturales la obra teatral 'El novio de España' fue la escogida. Nunca habían estado en este espacio y merece la pena.Más aún con esta creación que mezcla elementos reales, históricos, con situaciones inventadas. Las ventajas de ser aún menor de 30 años es que el precio de cada ticket fue de 9 euros, así que aún nos restaban 33 más.
Ya entrada la noche, el monedero empezó a sudar la gota gorda. Primero hubo que llenar ese estómago que pedía a gritos hincarle el diente a esos deliciosos pintxos que rebosaban en las barras. Pero claro, no olvide que en la ecuación entran tres cabezas. Así nos decantamos por unos bocatas de tortilla (6 euros cada uno) de los bares del principio de la arteria.
Lo cierto es que esta parada fue doble, porque del bar salimos con unas cervezas en la mano (2,60 euros). Aún nos quedaban 7,2 euros, todo un reto para lo que restaba. Los últimos tragos los apuramos en la plaza del Arca. La verbena de Nonbait prometía. Y cumplió. Entre canción y canción repetimos ronda de cañas, aunque para no superar el límite tuvimos que acotarlo a dos vasos. Con los dos euros que sobraban no se podía pedir nada, así que alcierre de esta edición no se sumaron más gastos.
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