Integrantes del club Beti Aurrera de gimnasia rítmica en el polideportivo de Abetxuko. Jesús Andrade
Kirolean Errespetuz

Campaña de EL CORREO por el respeto en el deporte: Al ritmo y al compás para abordar las malas prácticas sobre el tapiz

Los clubes de gimnasia de Biribildu, Arabatxo y Beti Aurrera fomentan el fair play entre sus alumnos y piden respeto a los progenitores

Pablo Sanz

Domingo, 15 de diciembre 2024, 00:34

Los Juegos Olímpicos de París celebrados el pasado verano fueron un escaparate perfecto para poder admirar y disfrutar de deportes no tan populares. Disciplinas con ... pocos seguidores que se dan a conocer cada cuatro años gracias a las grandes actuaciones de algunos de sus deportistas. La gimnasia, ya sea aeróbica, artística o rítmica, es un ejemplo de ello, con la estadounidense Simone Biles a la cabeza. Una estrella mundial que, más allá de sus logros, tiene un gran respeto por sus oponentes como demostró en la ceremonia de medallas realizando una reverencia a la brasileña y medalla de oro Rebeca Andrade. Este tipo de prácticas son las que Biribildu, Arabatxo y Beti Aurrera enseñan a sus pupilas más allá de la pura competición.

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Marga Armas, entrenadora del Beti Aurrera, comenzó a practicar gimnasia rítmica gracias a la pasión y dedicación de sus hermanas. «Ellas lo practicaban y me solía quedar mirándolas. Empecé a los 6 años y estuve practicando hasta los 18», señala la exgimnasta que se convirtió en entrenadora a los 16 años. Gracias a ella hoy podemos conocer a talentos como Teresa Gorospe o la reciente olímpica Salma Solaun. Grandes nombres a las que ha tenido que entender muy bien. «La clave es conocer bien el carácter de las gimnastas y adaptarse a ella tanto dentro como fuera del gimnasio», revela Armas.

Cada persona es un mundo y esto lo sabe bien Ainhoa Sánchez, fundadora del club de aeróbic Biribildu, cuando se junta con hasta 14 gimnastas en un mismo emplazamiento. «Una de repente tiene un día malo porque ha discutido con su familia o está con muchos exámenes mientras que otra está de subidón porque el fin de semana compite. Encauzar todo eso con todas a la vez en un entrenamiento se termina convirtiendo en un reto», confiesa.

Kirolean Errespetuz es una iniciativa que promueve EL CORREO con el patrocinio de la Diputación Foral de Álava cuyo objetivo es mentalizar a todos los actores del deporte alavés sobre la necesidad de poner en primera línea de foco el respeto entre deportistas, árbitros, entrenadores, público y padres: https://www.elcorreo.com/kirolean-errespetuz

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Por ello, es fundamental establecer unas normas con las que fomentar el compañerismo y las buenas prácticas. «Intentamos siempre que las haya. Por cada falta de respeto o palabra malsonante hay multas de un euro. Con lo recaudado al final de curso hacemos una quedada en el pantano o una merendola», declara Sánchez. Una forma de cortar de raíz ciertas actitudes negativas que pueden, de manera consciente o inconsciente, llevar a cabo en campeonatos, especialmente ante los jueces.

«No hay que marcarse objetivos, la competición es siempre con uno mismo. Lo importante es el esfuerzo y el día a día»

«Te están poniendo una nota y hay que respetarla. Muchas veces creen que les han valorado mal, que no han tenido en cuenta algún elemento y que merecían más puntuación», explica Xabi Larrimbe, técnico del club Arabatxo de gimnasia artística. En este sentido, Armas coincide con él. «No hay que marcarse objetivos, la competición es siempre con uno mismo. Lo importante es el esfuerzo y el día a día». No obstante, durante estos torneos también se ven bonitos gestos entre los participantes.

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Un ejemplo a seguir

Deportividad no sólo cuando una gimnasta se cae y la intentan animar aplaudiéndola, sino también con los contrincantes. «En el Mundial de Aerostep que disputamos el pasado mes de septiembre estábamos calentando con los steps y a Italia le tocaba participar. Necesitaban ocho y no sabían dónde estaban los suyos. Les prestamos los cuatro que teníamos y les ayudamos a buscar los restantes para que pudieran salir a competir», comenta Sánchez.

La campaña de EL CORREO Kirolean Errespetuz refuerza la promovida por la Diputación Foral de Álava ¡El insultar se va a acabar! contra los insultos y faltas de respeto en las gradas: web.araba.eus/es/deporte

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Por ello, los técnicos de los tres equipos vitorianos coinciden en que los padres suelen ser y tener peores comportamientos que sus hijos. «Cuando las niñas se frustran les explicas los errores que han cometido. Lo entienden, lo aceptan y terminan entrando en razón. Pero los padres no. A los niños se les puede cambiar y educar, pero a un adulto es más complicado», explica Armas.

Además, la preparadora de Beti Aurrera insiste en la educación que los progenitores tienen que dar en casa a sus hijas. «Ellos quieren lo mejor para ellas, pero yo también. Tienen que enseñarlas a gestionar los fracasos, yo no soy su madre», indica. Por este motivo, Larrimbe les pide a los familiares que les apoyen y que no se metan en el proceso de entrenamientos. «Le tienen que dejar llevar su propio camino porque ese momento es solo suyo», manifiesta.

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